Las Raices del automovilismo español.
A pesar de que para muchos la Fórmula 1 comenzó hace pocos años, ya sea porque aun son jóvenes o porque descubrieron este deporte con la llegada de Fernando Alonso, lo cierto es que la historia de la Fórmula 1 se remonta muchos años atrás. El papel de los españoles en la máxima competición del automovilismo no ha empezado a destacar hasta la actualidad, con un bicampeón del mundo en Ferrari y con otro piloto en parilla como lo es Jaime Alguersuari, a los que se suman 2 probadores como son Pedro Martínez de la Rosa y Marc Gené (de los que hablé en su momento) en 2 de los mejores equipos.
Pero la Fórmula 1 no siempre ha “hablado” español. Pocos han sido los afortunados que han tenido su oportunidad en este mundo tan complicado, y a pesar de vivir en una época donde hacerse un hueco en Europa y en la competición era muy complicado, ellos han ido forjando las raíces del automovilismo español y lo mínimo que se merecen es que rescatemos su historia.
Para encontrar el primer piloto español en la historia de la Fórmula 1 nos tenemos que remontar precisamente al Gran Premio de España de 1951 disputado en el circuito de Pedralbes. En un Gran Premio en el que ganó Juan Manuel Fangio consiguiendo su primer título mundial, 2 pilotos nacidos en Barcelona se pusieron a los mandos de un monoplaza de la época. El primero de ellos fue Juan Jover Sañés, que tan solo pudo participar en ese Gran Premio sin ni siquiera poder salir a carrera debido a una rotura del motor de su Maserati. Pocos años después el piloto catalán fallecería en un accidente de tráfico, justo tras anunciar su retirada del mundo de la competición.
Paco Godia, el pionero español en la Fórmula 1.
El segundo de los pilotos que corrieron en ese Gran Premio fue Francisco Godia Sales. El piloto catalán nacido en 1921 oficialmente es el primer piloto español en saltar a la Fórmula 1, ya que si que pudo disputar el Gran Premio de España de aquel año, terminando en 10º posición. Como era muy común en la época, Paco era un gentleman driver que corría por pura afición. A pesar de que debutó en 1945 y se dio a conocer participando en las 24 horas de Le Mans de 1949, el piloto español consiguió competir en 4 temporadas de Fórmula 1, comprendidas entre los años 1954 y 1958 aunque de manera ocasional, por lo que solo disputó 14 carreras consiguiendo dos cuartos puestos como mejores resultados lo que le llevo a ser sexto en el mundial de 1956, algo que ningún piloto español consiguió superar hasta Fernando Alonso. Se retiró de la competición automovilística en 1969, aunque continuó vinculado al motor y fue decisivo para la construcción del Circuit de Catalunya.
La historia continuó tan solo 5 años después, durante la temporada de 1956, cuando el Marqués de Portago, conde de Mejorada y Grande de España conocido como Alfonso de Portago participó en el Gran Premio de Francia con un Ferrari, con el que siempre competiría. A pesar de que sus mayores éxitos llegaron en carreras de Sport, el peculiar noble pronto se adaptó a la filosofía del equipo italiano. Alfonso Antonio Vicente Eduardo Ángel Blas Francisco de Borja Cabeza de Vaca y Leighton consiguió en total 4 puntos en los 5 Grandes Premios en los que participó, consiguiendo además el primer podio de la historia de España en el Gran Premio de Gran Bretaña de aquel mismo año, siendo 2º. A pesar de ser un gran piloto, que había disputado la Carrera Panamericana en 1957 su trágico final llego en una de las carreras más duras de la época, la Mille Miglia disputada en Italia, a la temprana edad de 28 años tras un espectacular accidente, que provocó además que la Mille Miglia no se volviera a disputar por la gravedad del suceso. En su honor y su memoria se nombró una de las curvas del Circuito del Jarama.
El primer podio en F1 llegó de la mano de Alfonso de Portago.
Antonio Creus Rubín de Celis aterrizó en la Fórmula 1 tan solo 3 años después. Su carrera fue corta, pero, además de participar en el Gran Premio de Siracusa de 1958 (no puntuable para el Campeonato del Mundo), llegó a la máxima categoría corriendo el Gran Premio de Argentina de Fórmula Uno de 1960 en un Maserati 250F. Partió desde la vigésimo segunda posición, pero un problema eléctrico le obligó a retirarse tras dieciséis vueltas. Como otros pilotos de aquel tiempo, llegó a competir en pruebas sobre dos y cuatro ruedas, pero sus mejores resultados los obtuvo en el automovilismo. En esta época se pudo aprovechar de los mejores tiempos de los deportivos Pegaso Z-102 y Z-103, base con la que participó en carreras importantes como los 1.000 kilómetros de Spa-Francorchamps.
Quizá la historia de Jorge de Bagration y de Mukhrani sea la más desconocida de cuantas estamos relatando. Heredero del trono de Georgia, el piloto que corrió bajo bandera española comenzó en las motos en el año 1959. Su llegada a la Fórmula 1 fue 9 años después, cuando fue invitado en el Gran Premio de España para correr con un Lola, carrera en la que finalmente no pudo competir. Finalmente sus sueños se vieron cumplidos al poder disputar el Gran Premio de España de 1974, con un Surtess TS16 alquilado. Con el Corte Inglés como patrocinador, todo parecía indicar que su debut llegaría, pero tras la cancelación de dicha propuesta y un problema en la lista de inscritos en la que en un primer momento llegó a aparecer sus aspiraciones se disiparon. Tras la cancelación del patrocinio de la cadena de Hipermercados no obtuvo el dinero suficiente como para inscribirse de nuevo. La aparición de Jorge en ese Gran Premio acabó con el fatídico DNA (Did Not Arrive: No llegó)
En la década de los 70 tres fueron los pilotos que llegaron a la Fórmula 1. El primero de ellos fue Alex Soler-Roig que debutó el 19 de abril de 1970. A pesar de disputar 9 carreras en 3 temporada distintas con tres monoplazas distintos de Lotus, March y BRM, nunca llegó a terminar una carrera del mundial. Tras su estela, el siguiente en intentarlo fue el piloto leones Emilio Rodríguez Zapico, que en 1976 intentó participar en el Gran Premio de España. Su Williams FW04 con un año de antigüedad junto a un fallo en la calificatoria le apartó de su sueño de llegar propiamente a la Fórmula 1.
Emilio de Villota en el Mclaren M23 de Iberia Airlines F1.
Pero sin duda el más destacado de esta década fue Emilio de Villota que participó en 14 Grandes Premios, aunque tan solo llegó a disputar 2 carreras en 1977 porque no se clasificó para las restantes. Valiéndose de la reglamentación de pilotos privados, en 1976 debutó a manos de un Brabham con motor Ford, comprado para poder participar en el Gran Premio de España, sin conseguir la clasificación. Ya en 1977 el piloto desarrolló un proyecto más ambicioso que derivaría en la primera escudería española de la Fórmula 1. Bajo el patrocinio de Iberia creo un equipo modesto con licencia de “concursante internacional” bajo el nombre de Iberia Airlines F1. Con un Mclaren M23 con motor Ford el piloto madrileño consiguió clasificarse para 2 grandes Premios sin puntuar en ninguno de ellos. De nuevo como privado intentó disputar el Gran Premio de España de 1978, fallando de nuevo en la clasificación, lo que le alejó de la Fórmula 1 hasta 1980, cuando la crisis entre Jean – Maríe Balestre, la FOCA (Asociación de Equipos) y la FISA impidió que el resultado del piloto madrileño en el Gran Premio de España de esa temporada fuera válido. En 1982 realizó su último intento como piloto privado a los mandos de un March motorizado por Ford. Ese año intentó clasificarse en 5 Grandes Premios pero los fallidos intentos y el cambio de la reglamentación que eliminó los pilotos privados le alejaron de la Fórmula 1.
5 años tuvo que esperar España para tener otro piloto en la Fórmula 1. Adrián Campos – Suñer aterrizó en la máxima competición del automovilismo gracias a Minardi que lo contrató en 1987. Participó en 21 Grandes Premios con el humilde equipo italiano sin conseguir puntuar en ninguno de ellos, cosa que también le sucedió a su compañero Alessandro Nannini, debido al bajo rendimiento de los monoplazas creados en Faenza. Los problemas mecánicos y de puesta a punto le llevaron a completar tan solo 2 de las 21 carreras en las que tomó la salida, obteniendo un 14º puesto en el Gran Premio de España como su mejor resultado. En 1988 tras no poder aceptar ofertas de otros equipos por motivos personales, fue sustituido en Minardi por Pierluigi Martini, abandonando así la Fórmula 1 y a su compañero de equipo, otro de nuestros protagonistas.
Luis Pérez - Sala en Mónaco 1989.
Y ese no es otro que Luis Pérez – Sala, que llegó a la Fórmula 1 en la temporada 1988 para debutar el 3 de abril en el circuito de Jacarepagua (Brasil). También con Minardi, disputo 32 Grandes Premios, logrando un único punto en el Gran Premio del Reino Unido al acabar en sexta posición. Su breve estancia junto a Campos hizo que por primera vez dos españoles compartieran equipo en la categoría reina. El piloto catalán sin embargo se vio superado por Martini y abandonó la Fórmula 1 a finales de 1989 para disputar otro tipo de categorías, principalmente de turismos, en las que ha estado compitiendo hasta el año 2008, año de su definitiva retirada.
La historia continuó 10 años después con la llegada de Pedro Martínez de la Rosa y Marc Gené, que fue acompañada tras unos años por Fernando Alonso y Jaime Alguersuari. Y ahora que nos encontramos en la época más dorada del automovilismo español, con grandes promesas que llaman a las puertas de la Fórmula 1, podemos decir que las raíces han calado hasta muy hondo y que gracias a todos estos pilotos la máxima categoría del motor es cada vez más cañí.
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Espero que os guste. Un saludo y gracias por leerme.
