La venta de Toro Rosso
Escrito por: Ion Emparan | Fecha publicación: 19.09.11
A finales del 2005 Red Bull anunciaba la compra del equipo Minardi de F1 para crear Toro Rosso. A principios de 2006 Gerhard Berger compró la mitad del equipo a cambio de que Red Bull se quedara con el 50% de la empresa de transportes de Berger. La idea era que Toro Rosso empleara los mismos coches que Red Bull, rentabilizando entre los dos equipos los costos de diseño, investigación y desarrollo. Otros equipos planearon hacer lo mismo pero la FIA decidió prohibir los coches-cliente a partir del 2010.
El “jefazo” de Red Bull, Dietrich Mateschitz, declaró entonces que el equipo estaba a la venta, pero el problema era que nadie estaba dispuesto a invertir en crear toda la infraestructura necesaria para diseñar los coches. Mateschitz tuvo entonces que ser el inversor que convirtiera a Toro Rosso en un fabricante expandiendo el equipo italiano (de 85 trabajadores han pasado a ser 280) y comprando un túnel de viento en Inglaterra. La inversión dio sus frutos y la compañía de inversiones de Abu Dhabi Aabar mostró su interés por el equipo.
Aabar, que es accionista de Daimler y el equipo Mercedes de F1, no va justa de dinero que digamos, y en la F1 tienen un excelente escaparate para promocionar sus empresas, como lo está haciendo en Toro Rosso con el Banco privado Falcon, la petrolera española CEPSA o la química canadiense Nova. Incluso se han hecho ya con el espacio publicitario más codiciado fuera de los coches de F1, la cabeza de Niki Lauda.
Estando sobrados de dinero procedente del petróleo lo que en Abu Dhabi quieren es crear una sólida base automovilística; el circuito de Yas Marina y el Ferrari World van por ese camino. El objetivo a largo plazo es convertir el circuito en el centro de los deportes del motor en la región. Se ha contratado a europeos para muchos de los puestos más importantes mientras los locales aprenden de ellos. Necesitan crear interés por los deportes del motor entre los suyos, gente sin experiencia ni antecedentes, y el patrocinio es el comienzo. El siguiente paso será tener un equipo propio de F1, y Toro Rosso parece ser el objetivo.
No hay prisa por ninguna de las dos partes, porque trasladar el equipo ya a Oriente Medio sería temerario, y es por esto que se están ampliando las instalaciones del equipo en Faenza, Italia. El patrocinio de las empresas de Aabar ya cubre gran parte de los costos del equipo, por lo que Mateschitz no tiene problema en seguir con él, mientras que en Abu Dhabi podrían abrir una especie de centro técnico para llevar a ingenieros que enseñarían a los jóvenes locales sobre las tecnologías empleadas en F1. Por eso se cree que Aabar ha adquirido una participación minoritaria en el equipo (alrededor del 40%) y tiene la opción de aumentarla para hacerse con el control hasta llegar a una adquisición completa en un futuro.
fuente: joesaward
http://www.formulaf1.es/14122/la-venta-de-toro-rosso/