Los propulsores de la Formula Uno son el corazón de cada increíble monoplaza que vemos en pista. Sin embargo; Su concepción no es la única razón (como tendemos a suponer en autos de serie) por la que un F1 puede ser rotundamente más rápido que otro, teniendo en teoría la misma cilindrada.
Es la sincronización de ese motor con una compleja madeja de detalles en donde aerodinámica, chasis, facilidad de manejo y muchas otras cosas influyen en el rendimiento final. Tanto es así; Que Ferrari siendo el equipo más exitoso en este nuevo milenio, posiblemente no ha tenido el propulsor más potente en cifras netas, pero es la unión de los factores, lo que ha ofrecido el gran resultado que conocemos.
Pese a la cilindrada actual impuesta (V8 a 2,4lts) un motor de F1 eroga el doble o el triple de muchos V8 de autos de calle. Esto, en combinación con un peso de apenas 600kgs en el auto, con todo y piloto, nos permite comprender parte del rendimiento espectacular de un Formula Uno.
Se estima que un motor de F1 promedio tiene unas 900 piezas móviles y actualmente podrían generar los 800CV de potencia. Con un acelerado pisado a tope, el motor genera fuerzas de 8500G (Ocho mil quinientas veces la aceleración de la gravedad que es 9,8mts/seg. al cuadrado). Las superficies internas alcanzan temperaturas de 300º, y en condiciones extremas el aceite y el agua llegan a 110º.
Estos motores contienen normalmente 10lts de aceite de los cuales 7 están en los cilindros y el cigüeñal en todo momento. Con un sistema de carter seco, se calcula que una bomba de aceite completa un ciclo de lubricación cada 15 segundos.
El diseño de un motor no sólo se enfoca en el rendimiento. Los diseñadores deben buscar que los propulsores sean tan fuertes como para engancharse en la parte trasera del chasis y resistir la sujeción de la caja de cambios, que al mismo tiempo va fijada a la suspensión y alerón trasero.
La rigidez sin embargo,, debe ser proporcional a la ligereza para el rendimiento mejorado de los monoplazas y su centro de gravedad, muy bajo como premisa indispensable.
El sistema de escape de un motor de Formula Uno es una obra de arte colosal. Estos bólidos tienen una gran capacidad de admitir aire y generar combustión en búsqueda de potencia. La explotación de las ondas de presión generadas por el motor dentro del ciclo de combustión, genera presiones que viajan a la velocidad del sonido y la tarea de quienes conciben el sistema de escape, es diagramar los tubos de forma que exista la mejor armonía posible para conseguir mejor potencia.
Los radiadores son enormes en proporción a un vehículo promedio, lo cual se comprende debido a la necesidad de contener y mantener la gran energía calórica generada. Agua y aceite, se enfrían en estructuras simétricas o divididas. Nuevamente; la supresión –en lo posible- de la mayor cantidad de tuberías, beneficiará el peso final de un propulsor.
El aceite es puramente sintético y puede llevar componentes específicos aparte de los que incluye el fabricante.
Por técnicas físico-químicas tales como la cromatografía de gases y espectrometría de masas, la FIA, intenta controlar un punto siempre controversial: El octanaje y calidad de la gasolina empleada. Este combustible se denomina “Premium V-Power” y tiene hasta 13 alcoholes permitidos en su elaboración.
Se puede hablar por mucho rato acerca de cualquier cantidad de detalles anexos importantes, como por ejemplo: Los malabares de los ingenieros al situar componente eléctricos de manera insospechada y con el menor peso posible o bien; La cantidad de cables que se estiman en kilómetro y medio para enlazar todo el sistema eléctrico de un motor de F1 actual.
FUENTE: http://www.pasionf1.com/tecnica/tecnica_motorf1.htm
Saludos