Se llevan cinco páginas sin acabar mal porque nadie ha puesto una nota discordante, pienso yo.
No voy a citar a usuarios ni me dirijo en concreto a ninguno, sólo quería decir unas cuantas cosas, desde el respeto y la mesura.
El sentimiento de pertenecia a un
PUEBLO (con mayúsculas y en negrita), desengañaos, no lo marca un papel con una foto y un número, no es un
problema que haya surgido desde hace 30 años porque unos malvados diablillos aleccionen a los niños desde pequeñitos, no es una enfermedad de garrulos que viven en cuevas y tampoco es un anacronismo del mundo globalizado...
Desde el mismo momento en que surge España como concepto y como país, es un asunto nunca abordado y siempre negado. Siempre ha existido y, en un momento de desarrollo humano como el actual con las necesidades básicas de las personas cubiertas y un grado de cultura y educación a años luz del que había en épocas pasadas, vuelve a estar de actualidad. Estamos en el siglo XXI y las cosas se hablan, negocian y arreglan de más formas que a cañonazos o con bodas entre primos.
Alguna generación de políticos, desde luego no la actual, pasará a la historia por meterse en faena e intentar arreglar esto.
En este país siempre se ha atacado y vilipendiado de forma feroz a la
diferencia, en vez de integrarla en su diversidad, explotarla y hacer de ella un valor y una riqueza que nos hacen únicos y más fuertes. Aquí se ha tratado de caricaturizar los sentimientos y los símbolos, de crear problemas ficticios donde no existían y de crear bandos antagónicos faltando a la verdad o directamente mintiendo.
Ya que se ha comentado el tema idiomático me gustaría pararme un poco aquí.
Un IDIOMA es una riqueza cultural y un hecho diferenciador brutal. Hay que cuidarlo y mimarlo, dignificarlo y quererlo.
¿Tan difícil de entender es que en determinados lugares existe esa realidad?
Mi lengua materna no es el castellano.
En mi NACIÓN y entre mis paisanos hablo mi idioma.
En mi casa, en mi vida diaria, en mi trabajo, en el banco, en la frutería, en el ascensor, en el colegio de pequeño, en la playa, en la montaña, en mi barrio...
Y esto, aquí viene lo bueno, quiere decir que...¡sorpresa!...manejo perfectamente a nivel nativo dos lenguas, habladas y escritas...y con acento.
Es devastador hablar con alguien del resto de España, gente con estudios superiores y con vida, y que no entienda que los niños tienen que escolarizarse en SU IDIOMA o que te tachen de extravagante por exigir leyes que defiendan y protejan mi derecho a poder expresarme en MI IDIOMA en mi tierra. Lo absurdo sería exigir leyes que defendiesen ese supuesto en Madrid...
Lo de la globalización y el anacronismo del pensamiento nacionalista.
Castelao, que algún bachiller actual no tendrá ni zorra idea de quién se trata, ya teorizaba sobre una Federación de Naciones Españolas, asociadas a Portugal en una Alianza Ibérica, englobadas en una Unión de Naciones Europeas y representadas en un Consello Mundial...muy excluyente y de la caverna todo como podéis comprobar...las ideas nacionalistas o independentistas no van de la mano de la exclusión y la tontería, nosotros también somos leídos y viajados.
Este argumento de representarnos como catetos endogámicos es una de las caricaturas que tanto gusta repetir como una letanía. Los catetos endogámicos son los sucesivos reyes que cocinaron la
historia común de las diferentes naciones españolas a golpe de braguetazo y de sable a sueldo.
Algunos queremos y aspiramos a algo diferente, ni mejor ni peor...y estas aspiraciones son perfectamente legítimas y plausibles...
Yo no estoy en contra de nadie ni tengo un odio visceral o excluyente.
Para algunos de vosotros España es un concepto válido tal y como existe en la actualidad pero para muchos de los que tenemos D.N.I español esto no es una verdad absoluta.