Disfruté la animación, Joselo; buenísima.
Es verdad que en la F1 se puede ir con el cuchillo en los dientes y fuera tener buena relación. Me imagino que se ha dado varias veces, más antes que ahora.
En todo caso, los pilotos "no trabajan de cartoons....", profesión en la que es fácil llevarse bien y mal, pero si uno se come al otro, como el Coyote al Correcaminos o Silvestre a Piolín, se les termina a ambos el laburo