Pues ya tenemos la primera impresión de la temporada: Todo ha cambiado para que todo siga igual.
Seguimos teniendo un equipo capaz de meterle medio minuto fácil al resto de la parrilla. El único consuelo es que al menos habrá lucha entre sus pilotos por el Mundial. No se sabe si prevalecerá la agresividad y velocidad de Lewis o la constancia y buen hacer de Rosberg, sin olvidar la posibilidad, espero remota, de que un piloto alemán en un equipo alemán reciba un trato preferente en algún momento clave de la temporada. Pero estos dos se llevan el 90% de las probabilidades de ser campeón este año, si nadie logra reducir el abismo que hay entre Mercedes y el resto.
Porque ya sabíamos que el sábado iban a arrasar, pero nos quedaba la duda, o mejor la esperanza desesperada, de que el domingo habría algo que hacer frente a ellos. Y ha sido que no. Los problemas de fiabilidad se solucionarán en dos o tres carreras y se acabó.
El 10% restante de posibilidades se las lleva el piloto que lleva el, quitando el grupo motor, mejor coche de la parrilla: Vettel. Es excepcional verle sufrir la mala suerte de Red Bull, pero eso no durará. El coche es rápido aún sin el motor y sus accesorios a punto, y la capacidad de desarrollo del equipo puede proporcionar una segunda parte de temporada luchando contra Mercedes, o peor, superando a Mercedes.
Ferrari está como siempre, con un coche bueno pero no ganador, y después de ver la carrera y los resultados te preguntas si no sigue corriendo Felipe en Ferrari. Es pronto, pero a lo mejor, tal vez, tengamos que aceptar como explicación algo considerado como blasfemo por muchos. A ver las siguientes carreras como van.
El enfado de Fernando al terminar la carrera puede significar que, o bien pensaba que el coche estaba para lograr algo más de lo que logró, o bien está viendo la misma foto de principio de temporada por quinta vez consecutiva y está harto. Ya veremos qué es. Como es Fernando le daremos un infinitesimal de probabilidades de campeonato, pero este año tampoco va a ser.
Los rookies han estado de cine, especialmente Magnum-zen, que ha devuelto a Mclaren a los podios. Y eso que en la salida casi la lía con el latigazo y barrido lateral. Kviat también ha dado buenas muestras de calidad, como su coche que sorprende por rápido. A lo mejor no es tan malo el motor Renault.
Williams ha sufrido de mala suerte todo el fin de semana, creo que Bottas podría haber optado a podio sin la penalización de caja de cambios y sin reventar su neumático contra el muro. Y qué decir de Felipe, eliminado por Kamikaze Kobayashi (Un punto para el japonés por recordarnos porqué lo queríamos tanto
) En esta carrera estoy seguro de que habría pasado lo que muchos querían que pasase, y se habría montado el revuelo de costumbre... la próxima será.
Jenson fué muy pillo en el SC, y luego se benefició de esa limitación tan de Ferrari de sólo vigilar a un contrincante y no a dos. Tratando de sobrepasar a Hulk se les coló Jenson y luego cógele. Menudo fin de semana de malas decisiones en el muro llevamos. Como digo, todo sigue igual.
La carrera de Australia, cuya emoción se basa en ser la primera carrera y ver cómo andan los coches, porque si fuese una carrera de mediada temporada sería soporífera. En cuanto los coches se estabilizaron a principio de carrera, cayeron los primeros coches por fiabilidad y otros resolvieron in extremis sus problemas, la carrera se volvió un tiovivo como siempre. No se puede adelantar ni con DRS, ni con ERS, ni con nada, es una carrera de resistencia para los coches y para los espectadores. Insoportable.
Todo sigue igual, los coches correrán menos, sonarán mucho menos y no muy bonito, y habrá problemas de fiabilidad (mucho menos de lo vaticinado) pero la F1 sigue igual.
La próxima carrera en dos semanas, y no esperemos variación en el guión. Salvo rotura doblete de Mercedes. Al menos Sepang suele ser divertida.
Saludos