Leclerc consigue la insólita 'pole' de las tortugas
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Se beneficia del caótico desenlace de la Q3, con nueve pilotos sin opción de un último intento. Sainz, el único que pudo, fue séptimo.
Leclerc, durante la clasificación del sábado en Monza. Getty Images
La guerra de nervios benefició a Charles Leclerc (1:19.307) en la clasificación del GP de Italia, donde nueve de los 10 últimos supervivientes ni siquiera pudieron apurar su última bala. La escalada de tensión psicológica, con todos intentando retrasar su ingreso a pista para beneficiarse del rebufo ajeno, dejó una de las imágenes más insólitas de este Mundial: los coches más rápidos del mundo a paso de tortuga en el Templo de la Velocidad. Lástima que Carlos Sainz, el único que se lo tomó en serio, no pudiese mejorar su registro, por lo que el domingo saldrá séptimo.
Lewis Hamilton, que había dominado las clasificaciones en Monza desde 2014, partirá en segunda posición, por delante de Valtteri Bottas. Casi puede darse por satisfecho el líder del Mundial, a punto de sufrir un grave accidente en la meta ante Sebastian Vettel, que había levantado el pie de forma peligrosísima.
La dirección de carrera, con Michael Masi al frente, tuvo al menos el desahogo de anunciar una investigación completa de todo lo sucedido a lo largo de ese sonrojante último giro. Nadie salvo Sainz dispuso de un postrero intento. Alexander Albon, Lance Stroll y Kimi Raikkonen ni siquiera marcaron un triste crono.
VETTEL Y LOS LÍMITES
La bandera roja tras el accidente en la Parabólica del finlandés de Alfa Romeo había redoblado la tensión. Con 6:35 en el reloj, en Ferrari podía darse por satisfechos después de que los comisarios pasaran por alto un error de Vettel. El modo de afrontar la legendaria curva, que da acceso a la recta de meta, se antojaba decisivo. Tras el escalofriante accidente de la mañana en la F3, la FIA había introducido una estricta advertencia para castigar a quienes sobrepasaran con las cuatro ruedas los límites de la pista.
Mucho antes, entre los favoritos se hizo notar el vacío dejado por Max Verstappen, víctima de una falta de potencia en el nuevo motor Honda. La penalización previa, que le obliga a partir desde muy atrás en la parrilla, no puede maquillar la preocupación en Red Bull, que ve mermadas sus opciones de asaltar el segundo puesto en el campeonato de constructores.
MEJORÍA DE RENAULT
En la dinámica opuesta se perfila ahora Renault, que colaba en la Q1 a Daniel Ricciardo y Nico Hulkenberg entre los cinco más rápidos. El equipo dirigido por Cyril Abiteboul puede beneficiarse también de la sanción a Lando Norris, que saldrá desde el fondo de la parrilla. La falta de velocidad punta mermó de nuevo las bazas de McLaren. Sainz empezó a sufrir estos rigores en la Q2, cuando también se estrechaba la pugna con Kevin Magnussen (Haas) y Daniil Kvyat (Toro Rosso).
La velocidad del Ferrari se hacía palpable en el primer sector, con Leclerc mostrando lo que tanto había querido esconder durante la sesión libre de la mañana. Desde las pruebas del viernes, enturbiadas por la lluvia, se intuía que la igualdad presidiría la sesión clasificatoria. Sainz, tras la estela benefactora de Norris, alcanzó la Q3 (1:20.202) tras mejorar en dos décimas su rendimiento anterior (1:20.413). Stroll, en su tradicional idilio con Monza, sacó adelante a Racing Point tras el adiós prematuro por avería de Sergio Pérez.
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