La F1 busca los seis segundos perdidos
Las recomendaciones del Grupo Estratégico de la F1 no buscan reducir costes, sino recuperar las prestaciones de hace un lustro
“Queremos tener los F-1 más rápidos que haya habido nunca”, ha declarado Toto Wolff para justificar las recomendaciones del Grupo Estratégico de la F1 sobre los cambios de reglamentos para 2017, es decir para dentro de dos campeonatos.
El objetivo no es genérico, sino que está cuantificado: ganar 6” por vuelta. Puede parecer una barbaridad, pero no es algo ni mucho menos utópico, sino un objetivo muy pausible.
Los actuales coches de F1 son lentos, bastante más lentos que antes, pese a se considerados como los más avanzados tecnológicamente de la historia. Algo que incluso reconoce Carlos Sainz: “no es el coche más rápido que he conducido”. Y que preocupa, y mucho, al propio Bernie Ecclestone.
Y esta es la razón por la cual la veteranía ha dejado de ser un grado, la experiencia cuenta menos y niños imberbes o rookies primerizos logran sacar partido a unos coches que resultan sencillos de conducir. Tanto que una vez Niki Lauda señaló que “incluso un mono podría conducirlos”, creando hace unos pocos años toda una controversia., pero hoy sus palabras volverían a ser de total actualidad
CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE MEJOR
Si comparamos la vuelta rápida de Lewis Hamilton de este año (1’28”270) veremos que el contraste con vuelta rápida de Kimi Raikkonen en 2008 es brutal. Aquel 1’21”620 que marcó el finés es 6”6 más veloz. El ritmo de carrera actual es asimismo mejor.
Para efectuar las 66 vueltas al trazado, Nico Rosberg ha empleado 5’28” más que Mark Webber en 2010. Es decir aquel Webber le hubiera sacado tres vueltas, casi cuatro, al Rosberg actual ganador. La diferencia sería aún mayor si la comparamos con 2007; aquel año el GP tuvo una vuelta menos que en las otras ediciones , pero presumiblemente se hubiera completado la distancia en 1h.33’ y pocos segundos, es decir en casi 8 minutos menos. Y la pole es asimismo lenta: 1’24”681 de Rosberg este año contrasta con 1’19”915 del mismo Mark Webber en 2010.
La simple lectura de estos datos es evidente: no es que los F1 actuales no sean capaces de bajar récords, sin que están tan lejos de ellos que, pese al aumento de costos de los motores y la elevada tecnología de estos, son coches de segunda división. Son simples ‘Marussia’ en el mejor de los casos con respecto a los coches de hace un quinquenio.
A NIVEL DE LOS GP2
El retroceso de las prestaciones es tan ridículo que se está a niveles ¡de la GP2 de 2010!. En aquel año, la pole de GP2 la marco Fabio Leimer en 1’27”727, un crono que le habría valido salir 13º en la parrilla de la F1 actual, justo delante de Fernando Alonso (1’27”760).
La GP2, sin embargo, ha sufrido asimismo un retroceso en sus prestaciones –se quería evitar este problema, sin duda- y son ahora 1”5 más lentos que en 2010.,,, y pese a ello el crono de calificación de los Manor-Marussia en Barcelona no habría servido más que para calificarse en 16ª o 17ª plaza de la carrera de GP2. En otras palabras, gastando entre 12 y 15 veces más para hacer como quien dice el ridículo.
Tienen razón en lamentarse los equipos pequeños. Los motores actuales les cuestan mucho más que los antiguos ¡para ir más lentos!. “Los nuevos motores son los culpables de que nuestros costos haya aumentado en 28 millones de euros. Cuestan más del doble que antes”, señala Alan Kisch, director financiero de Williams, equipo que acaba de anunciar unas pédidas del orden de los 50 millones de euros el pasado ejercicio.
Los costes todavía podrían aumentar cada a 2017 cuando se prevé una intervención en los motores para mejorar las prestaciones. Parece que, pese a que media parrilla está financieramente moribunda o desahuciada, no preocupe el gastar más –la política de ‘cuanto más caro mejor’– y ahogarlos más financieramente como la de aumentar el espectáculo, la eterna asignatura pendiente de la F1.
RECETAS CLÁSICAS
El Grupo Estratégico basa el aumento de las prestaciones en dos ejes: más potencia y menor peso. En este último caso el objetivo es rebajar entre 30 y 50 kg el peso total de los coches, recuperando buena parte del peso añadido con los cambios de reglamentación. Esto podría significar una ganancia de 1” por vuelta.
Para los motores se buscarán los 1000 CV, sin incrementar el consumo máximo por carrera. Lo que se haría sería aumentar el máximo instantáneo 120 kg/hora, lo que permitiría incrementar el régimen, aumentar la potencia y también el ruido. Cabe recordar que los motores 1.5 Turbo de los 80 llegaron a ofrecer 1.200 CV en versión de calificación.
Resta por ver si ello será suficiente cuando se especulan con nuevas limitaciones de tipo aerodinámico. La falta de carga se supliría con adherencia mecánica: neumáticos más anchos… aunque ello aumente la superficie frontal y por tanto la resistencia al avance.
Y para que el promedio de carrera sea más rápido, nada mejor que reintroducir los reportajes. En el momento de salida y en las primeras vueltas, los coches podrían llegar a pesar 5 entre 50 y 70 kg. menos sólo por llevar menos combustible. Las diferencias de peso se iría reduciendo conforme se sucedieran las vueltas hasta neutralizarse al final. Sólo por este hecho, en Barcelona se podría ganar 1”5 / 1”8 por vuelta en las primeras vueltas y además se castigarían menos las gormas, lo que podría traducirse bien en ‘stints’ más largos, bien en la elección de gomas más blandas.
Resta por ver el coste de estas medidas. Se suprimieron los repostajes porque necesitabas emplear cuatro o cinco personas más en las paradas en boxes y porque el traslado de los aparatos necesarios suponía un ‘pastón’ a lo largo de la temporada. Toto Wolff, el patrón de Mercedes, está haciendo sus números antes de dar el sí definitivo a la medida.
En todo caso, se busca ‘retener’ a la afición y las audiencias, aunque sea a costa de ahorrar financieramente a los más pobres. Está claro que en todos los ámbitos los ‘ajustes’ se ceban sobre los que menos tienen.
http://www.mundodeportivo.com/20150518/ ... didos.html