
Se trató del Grand Prix “Arturo Alessandri Palma”, corrido en Santiago el 17 de diciembre de 1950, se disputó en el Circuito de Pedro de Valdivia Norte, entre el río Mapocho y el cerro San Cristóbal, con un perímetro de 2.250 metros, a 60 vueltas sobre una distancia de 135 km. Había fallecido recientemente el Presidente Alessandri Palma, de allí que se le pusiera su nombre al G.P.
La cantidad de público que logró congregar este aún desconocido espectáculo para los chilenos, superó todos los pronósticos y las calles lucían abarrotadas por una multitud ávida de emociones que desbordó todos los controles y se agolpó peligrosamente en una suerte de muro humano, a escasos metros de donde pasaban los monoplazas.

Raúl Jaras.

"Pinocho" Marimón.

Bartolomé Ortiz.
De preliminar hubo carreras de motocicletas y luego una de autos carrozados de Fuerza Libre, la que fue ganada por Raúl “Papín” Jaras, escoltado por Luis Hernán Videla, ambos en Vauxhall. Tercero llegó Carlos Llona en Fiat, y cuarto Juan Mannheim en un D.K.W.
Para ese evento único de G.P. en la historia del automovilismo chileno, se congregaron importantes conductores y máquinas venidas especialmente para tal evento. Además de Fangio, de la Argentina vinieron José Froilán González (ambos con Ferrari) y Onofre “Pinocho” Marimón (Maserati). Además, en la delegación argentina estaban Carlos Menditeguy, Pascual Puopolo, Alfredo Pian, Alberto Crespo y José López. Representando a Francia participó Louis Rossier, y a la República Oriental del Uruguay, Eitel Cantoni, ambos en Maserati e Ismael González con sendos Simca-Gordini arrendados para la ocasión.

Los Maserati de Alfredo Pian y Eitel Cantoni en la grilla.
Según crónica de el periódico “El Mercurio” :
"Las primeras alternativas de la carrera mostraron a un apretado pelotón que se movía con gran entusiasmo, registrándose algunas pasadas de emoción, dada la alta velocidad que se le imprimió a la prueba desde su iniciación. En el noveno circuito se apreció que Ortiz sufría un inconveniente al soltársele la varilla de cambios, lo que lo obligó a detenerse. Posteriormente tuvo un percance Ismael González a cuyo coche se le aflojó la barra de dirección."

La lucha.
Desde la largada se observó que las Ferrari Fangio y González eran inalcanzables para el resto, con excepción del francés Dossier cuyo Maserati les dio dura lucha, pero lamentablemente sólo hasta la vuelta seis en que debió abandonar por fallas mecánicas. De ahí en adelante el espectáculo que brindaron ambos Ferrari resultó emocionante, ya que se alternaron en la punta en repetidas ocasiones. En la vuelta 18 se produjo un incidente al amontonarse varios monoplazas en la curva sur, al momento que Fangio les sacaba una vuelta de ventaja, y éste no pudo evitar chocar por detrás a Cantoni, resultando levemente averiada la trompa de su Ferrari. No obstante ello no le impidió seguir a un ritmo endemoniado su batalla por la punta con Froilán González. Por su parte, el chileno Ortiz, luego de su detención, realizó una estupenda faena y logró adelantar raudamente a varios adversarios, ante la euforia del público, llegando a ubicarse en la cuarta posición.
Casi al final de la prueba se produjo un dramático accidente cuando José Felix López perdió el control de su máquina en la curva nororiente del circuito, embistiendo hacia el público, estrellándose contra un poste del alumbrado e tomando fuego su máquina. Afortunadamente, sin graves consecuencias humanas que lamentar, más allá de las heridas.

Alberto Crespo con su Plymouth Special doblando por fuera de la pista.
Estando a punto de cumplirse las 60 vueltas, el duelo entre los dos argentinos de Ferrari seguía mano a mano, produciéndose una llegada electrizante. Al bajárseles la bandera a cuadros (lo que hizo el Embajador de Argentina) cruzaron la meta a menos de un segundo de diferencia, separados sólo por seis décimas, imponiéndose Fangio literalmente “por nariz”. Al ganador se le cronometró un tiempo total de 1h14m58m2/00, mientras que a González 1h14m58s8/00.

El Chueco, ganador y con su Ferrari golpeada.
El promedio de velocidad del vencedor fue de 108.043 km/h. En tercer llegó el uruguayo Cantoni, y en un admirable cuarto puesto arribó “Bartolomé” Ortiz en su Simca-Gordini. En el quinto puesto arribó Pascual Puopolo y sexto Onofre Marimón, ambos Maserati.
En el único G.P. corrido en la capital de Chile, y como era de esperar, el récord de la pista de Pedro de Valdivia Norte, de 2.250m, lo batió el mismo Juan Manuel Fangio, con un tiempo de 1h1m2s en la segunda vuelta, a un promedio de 113.764 km/h. Al término de la competencia los miles de afortunados espectadores santiaguinos invadieron en forma caótica la pista para felicitar a las figuras deportivas y ver de cerca esos maravillosos monoplazas traídos del extranjero, como presintiendo que sería una oportunidad única en la historia del automovilismo deportivo chileno, lo que de hecho fue así, pues nunca se repetiría una prueba de éste semejante calibre.
Fuente : Rodrigo Velasco Santelices.