Ferrari teme que los coches de F1 se conviertan en coches de GP2
Piero Lardi Ferrari, en el centro, con una cierta mueca de disgusto
Piero Ferrari, vicepresidente de Ferrari, teme que la Fórmula 1 se convierta en una especie de GP2 debido a la mala gestión de sus mandamases, especialmente, por las prohibiciones en la reglamentación.
Para Piero, la congelación de los motores, la restricción de la electrónica e incluso la introducción del nuevo sistema de recuperación de energía en la frenada (KERS) son ejemplos de una mala gestión de la especialidad máxima del automovilismo, por lo que pide que los responsables recapaciten con lo que están haciendo a la Fórmula 1: "Debemos reflexionar mucho sobre las decisiones técnicas y deportivas tomadas últimamente en Fórmula 1. Los motores se congelaron con el resultado de que todos ellos ahora ruedan a 19.000 revoluciones, así que no hay diferencia en la potencia ni en las revoluciones, y por lo tanto, no hay manera de poder lograr ventaja para adelantar".
El nuevo sistema de recuperación de energía de frenada (KERS: Kinetic Energy System) había recibido numerosas alabanzas desde distintos ámbitos. El sistema se implantará el año que viene para recuperar hasta 60 kilovatios por eje que podrán usarse para mejorar los adelantamientos mediante un botón que el piloto podrá activar durante la carrera. El sistema aprovecha así la energía calorífica que se pierde en las frenadas y las acumula hasta que el piloto la usa en la aceleración.
Pero Ferrari no lo tiene tan seguro. Piero Lardi Ferrari cree que el KERS, lejos de suponer un paso adelante en la Fórmula 1, aumentará los costes pero no mejorará los adelantamientos. Para él, habría otras alternativas a este sistema que les obligará a invertir grandes sumas de dinero para adaptarse a una tecnología hasta ahora inédita en Fórmula 1.
"Deberíamos haber hecho algo parecido a lo que han hecho en la NASCAR: establecer algunos límites en el reglamento, permitiendo al mismo tiempo la investigación y el rediseño. Con el reglamento actual, no podemos rediseñar una sola parte para mejorarla. Es excesivo. Ferrari tiene a unos mecánicos fantásticos sin saber qué hacer con sus manos. Por el contrario, nos hacen gastar dinero y tiempo para diseñar el KERS, con el que no podemos calcular el coste porque precisamente es una tecnología nueva".
Además, para poner en práctica, todos los equipos tendrán que contratar a nuevos ingenieros y expertos que, en la actualidad, no se encuentran en el automovilismo: "(El KERS) también se basa en un desconocida experiencia para los mecánicos de motores tradicionales, como las baterías de alta capacidad y los motores eléctricos de alto rendimiento, por lo que se necesita ingenieros especializados de fuera del mundo del automovilismo. Adquirir esta experiencia causará altos costes durante años. No es la mejor solución para reducir los costes".
Piero no critica directamente el sistema KERS, sino su aplicación directa a la Fórmula 1 (un deporte que desconoce prácticamente cualquier sistema parecido) ante de tomar otras decisiones menos costosas. El peligro para Piero es que la Fórmula 1 como tal desaparecerá y podría convertirse en una especie de categoría inferior, sin investigación ni desarrollo, características que siempre han prevalecido en la Fórmula 1.
"El motor de recuperación está muy bien, pero no de esta manera. Se ha permitido muchos sistemas se recuperación de energía. Tienen que limitarse, de lo contrario los cotes podrían irse hasta el cielo, con el riesgo de tener que cortar drásticamente otras áreas para limitar los gastos, como se ha hecho con los motores, las revoluciones y la electrónica. De esta manera corremos el riesgo de convertir un coche de Fórmula 1 en uno de GP2, y esto no debe ocurrir".
No es nueva la advertencia de Piero Ferrari. Ya Fernando Alonso lo advirtió en febrero de este año, justo antes de que arrancara el mundial. Por aquel entonces, Alonso aseguró: "Quizá (las nuevas reglas) sean buenas, pero no estamos haciendo la tecnología de la Fórmula1 la mejor del mundo".
Para el bicampeón español, las nuevas regulaciones también eran una amenaza para un deporte tan puntero como este. "Todo el mundo mira a la Fórmula 1 desde fuera como lo máximo, pero si la GP2 continúa mejorando, y mantiene sus neumáticos lisos, logrará nuestros tiempos por vuelta muy pronto, mientras nosotros volvemos al pasado". De momento, los neumáticos lisos podrían regresar a la Fórmula 1 el año que viene, pero las limitaciones en las revoluciones y la congelación de motores sigue siendo una constante en el supuesto deporte automovilístico de alto nivel.
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