HOCKENHEIM.- Por momentos, parece que le va a vencer el sueño. Se pasa la mayor parte de la entrevista desperezándose. Cabecea casi, bosteza, hasta que la pregunta le gusta y sonríe. Entonces, le brillan los ojos y hasta suelta una carcajada. Kimi Matias Raikkonen (Espoo, 1979) es el actual campeón del mundo de Fórmula 1, aunque la Fórmula 1 no le apasione. Demasiada gente alrededor, demasiadas normas. Pugna ahora por revalidar su título en un campeonato atribulado, que llega al Gran Premio de Alemania con tres líderes empatados a puntos. Él es uno de ellos.
Gana más de 30 millones de euros al año, es una de las grandes estrellas del deporte internacional y conduce para una escudería ganadora y de leyenda como Ferrari. Sin embargo, duda si continuar en la élite. Así lo reconoce a EL MUNDO en una entrevista realizada en el circuito de Hockenheim.
Tiene sólo 27 años y se plantea seriamente abandonar la Fórmula 1 cuando termine su contrato, a finales de 2009. Su posible retirada enlaza con el destino de Fernando Alonso, primera opción de recambio para los responsables del equipo italiano. La llegada en 2010 de un patrocinador español tan poderoso como el Banco Santander sería la segunda parte de la ecuación para que el asturiano se vistiera de rojo. A Raikkonen, el futuro de Alonso poco le importa. Va a lo suyo. Pedal a fondo.
¿El español sería una buena pareja de equipo?
Sí, ¿por qué no? Quién sabe, pero no soy yo el que tengo que decidir sobre los pilotos.
Usted se marchó de McLaren por su rigidez, ¿entiende los problemas que tuvo Alonso?
Yo estuve allí, y tengo una idea de lo que pudo suceder. Fernando pasó un tiempo difícil.
¿Cree que se equivocó al cambiar el McLaren por un coche peor?
Pregúnteselo a él. Respeto su decisión. Tendría motivos para hacerlo.
[Kimi cumple y gana carreras. Ese es el trato con Ferrari, resultados dentro del coche y flexibilidad, fuera. ¿Su último capricho? "Compré en una subasta benéfica un Corvette Stingray de Sharon Stone. Pero ahora mismo no sé muy bien dónde está. Quizá siga en Estados Unidos". Por el coche perdido pagó 200.000 euros.]
¿Qué diferencia a Ferrari de los otros equipos?
A mí me gusta, disfruto más que antes. Cada equipo es diferente. Sauber de McLaren, McLaren de Ferrari... Son escuderías de diferentes países. Si vas de un equipo inglés a otro no aprecias tanta diferencia, pero al cambiar de país sí. Tienen diferentes formas de trabajar. Yo disfruto aquí, la gente es muy agradable, el ambiente es fantástico, te cuidan... Buen equipo y buen coche.
¿Le dan libertad?
Sí, y esa es una de las principales razones por las que dejé mi equipo anterior [McLaren]. Aquí me permiten vivir mi propia vida.
Algunos de sus compañeros dan la sensación de que viven 24 horas pensando en el trabajo. Usted no.
Si me pasara todo el día pensando en lo mismo me aburriría y perdería el interés. Desconectar es bueno para la salud mental.
Parece relajado.
Sí, y optimista. Siempre intento ver el lado positivo de las cosas, todo puede ir siempre peor. Me gusta ganar carreras, pero si no puede ser, no está bien criticar al equipo. No ayuda mucho. Hay gente que piensa que no soy muy serio, pero no me importa. Trato de hacer mi trabajo y también pasármelo bien.
¿Cuánto tiempo va a permanecer en la Fórmula 1?
Ahora disfruto mucho en el equipo. Y no tengo prisa por decidir qué voy a hacer en el futuro, tengo un año más de contrato que quiero cumplir. Después, en 2010 no sé si estaré en la F1, ya veremos. No es una decisión fácil, hay que valorar muchas cosas.
Es joven, pilota un gran coche, puede ganar mucho más dinero... ¿Por qué tiene dudas?
No voy a dar explicaciones sobre ello a nadie, tomaré mi decisión cuando crea conveniente. Ferrari no me presiona ni me mete prisa.
¿No teme aburrirse si lo deja pronto?
No, tranquilo. Hay muchas cosas para hacer fuera de la Fórmula 1. Encontraré maneras de correr para divertirme. No veo ningún problema en tener tiempo libre [se ríe].
Llegamos al ecuador de la temporada con tres pilotos en cabeza del campeonato. ¿Esperaban en Ferrari dominar con claridad?
Nuestra situación no está demasiado mal. Algunos circuitos son mejores para otros equipos y otras veces cometemos errores. En la última carrera, en Silverstone, una mala decisión me costó muy caro, pero esto son las carreras.
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