El piloto español Fernando Alonso (Renault) admitió hoy, tras lograr el séptimo puesto en la parrilla de salida del Gran Premio de Hungría que supone "que tendremos dificultades y será una carrera para arañar los últimos puntitos", comentó el asturiano en declaraciones a Telecinco, en las que manifestó que está "contento, séptimo, pero contento".
Y es que esto pareció un recado a su anterior escudería. La temporada pasada el bicampeón mundial logró la ''pole'' en el circuito de Hungaroring, pero por una serie de irregularidades vio cómo se la arrebató la FIA en favor de su ya ex compañero, el inglés Lewis Hamilton. Precisamente fue el inglés quien logró la ''pole'', la segunda consecutiva y la cuarta de la temporada, en una prueba en la que Alonso pensaba obtener mejores resultados. "Creíamos que íbamos a hacerlo mejor y quedamos muy justos. En la Q3 no arriesgamos y al final estamos séptimos y décimos", dijo en relación a su compañero, el brasileño Nelson Piquet.
"Teníamos dos posibilidades, ser agresivos y buscar las primeras posiciones o guardarla, y al final viendo que no íbamos muy rápido hemos decidido esto último", manifestó el asturiano, que auguró una carrera "dura, muy dura" para mañana porque "no se puede adelantar". Por último, Alonso, que explicó que el ritmo de su monoplaza "no ha sido brillante", agregó que todavía tenían "dudas con los neumáticos y que ha habido mucha variedad de estrategia", señaló el bicampeón mundial que no dudó en afirmar que su equipo ha hecho "todo lo que estaba en su mano".