Malas sensaciones
Los frentes de tormenta siguen agobiando a la F1. Ya de lleno en la actividad del paddock de los jueves, tomo conciencia rápidamente que la F1 sigue dando señales de problemas, a pesar de que uno llega y cree que un día de estos las cosas se van a solucionar (o al menos tiene la esperanza de ello). Ambos bandos, FIA y FOTA se siguen disparando mutuamente, y ya se habla abiertamente de escisión. Sí, se habla abiertamente de campeonato paralelo. La guerra verbal, lejos de cesar, va en aumento.
Ya habréis leído unas cuantas declaraciones. Por un lado, las de Mosley, diciendo que si la FOTA quiere organizar un campeonato paralelo, que lo haga. Por otro lado, declaraciones como las de Alonso, que hoy dijo que ojala haya un campeonato aparte de la F1, donde compitan las grandes marcas y, por supuesto, donde competiría él. Los puntos de unión entre las dos facciones son cada vez más escasos.
En el medio parece estar Ecclestone. Y digo en el medio porque supongo que tiene intereses en ambos bandos. Hoy mismo llegaba el anuncio de Brabham, que se suma a la ya larga lista de escuderías que se quieren incorporar a la F1 en 2010. Una treta de Mosley para reflotar nombres históricos, y una de Ecclestone para seguir estando en ambos bandos.
No sé quien tenía la posesión del nombre Brabham, pero me extraña mucho de que no estuviese en manos de Ecclestone hoy por hoy. La sede del -¿supuesto?- nuevo equipo va a estar en Leafield, donde estaba Arrows y donde después estuvo SuperAguri, con casi la misma gente. Pero no es solo este el caso, porque también están March, Lola, etc. Nombres que hace rato no pertenecen a la F1, sino a la historia de la misma. Pero que Mosley, en su intento de poner nombres conocidos para la “nueva” F1 que se cuece, ha sacado otra vez de la tumba. Si los constructores finalmente no firman el día 12, serán la mayoría de estos equipos los que van a formar parte de la -¿nueva?- F1.
¿Y la FOTA que va a hacer? Pues imaginároslo. Hay rumores –muy fuertes- de que se está hablando con promotores de circuitos, organizadores, y con las televisiones. Más que rumores, diría que esto es un hecho. Nadie sabe lo que puede pasar al final, porque eso solo será cuando se dé la salida de la primera carrera del año 2010. Pero antes, puede suceder de todo. En ese caso, opino lo contrario que Alonso. Yo digo que ojala se pongan de acuerdo, y que las normas para 2010 sean acordadas nuevamente entre todos y lo que veamos el año que viene en la salida del GP de Australia sea F1 auténtica, no otra cosa. Con cambios, con restricciones presupuestarias, con lo que sea, pero que solo haya esa sola.
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