Aquí os lo dejo por si alguno de vosotros tiene tiempo… y ganas…
Las circunstancias dramáticas del Gran Premio de Italia y la retirada de Michael Schumacher se recordarán durante mucho tiempo. Después de que su rival fuera apartado de la lucha por los comisarios en una rara decisión, Schumacher ganó la carrera y luego anunció su retirada. Pero lo que sucedió durante las horas anteriores fue digno de un escribir el guión de un drama. BusinessF1 reconstruye los movimientos que desembocaron en ese final sorprendente. Por Tom Rubython
El domingo 10 septiembre 2006 a las 13:25, justo en el momento que Michael Schumacher pasaba bajo la bandera a cuadros tras ganar el Gran Premio de Italia, Los jefes de prensa de Ferrari, Luca Colajanni, comenzaba a distribuir una hoja de papel a los periodistas fuera del motorhome del equipo. Era un comunicado de prensa de una página que anunciaba la retirada del piloto más laureado de la historia, un piloto en la cima de su deporte peleando por el campeonato mundial. Colajanni había ejecutado las precisas órdenes dadas por el jefe de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo acerca de lo que tenía que hacer y cuando tenía que hacerlo.
Fue un momento extraño, dado que Schumacher estaba a punto de hacer el anuncio él mismo en la conferencia de prensa de vencedores tras del ceremonia del podio. Normalmente los comunicados de prensa son distribuidos después de que un anuncio haya sido hecho, o durante él, pero antes nunca. Esta es la clave. Por eso resultó tan poco emocionante el que media hora después Schumacher anunciara lo que ya sabía todo el mundo.
La prisa del equipo de Ferrari en anunciar la retirada de su piloto era efectivamente extraña. Colajannii había querido adelantarse al anuncio del propio piloto para asegurarse que no habría vuelta atrás.
Montezemolo había ejercitado una poderosa presencia en el box de Ferrari en el paddock de Monza durante todo el fin de semana. El sábado rondó el motorhome de Ferrari preguntando a los periodistas sobre qué estaba ocurriendo. El domingo había llegado con John Elkann, el socio más antiguo de la familia de Agnelli que trabajaba en Fiat, y Sergio Marchionne, el Presidente de Fiat. También estaba Piero Ferrari en su fiesta. Un observador estaba perplejo en la presencia de todas estas personalidades y comentó: "Era como si Luca buscara refuerzos." Pero refuerzos ¿para qué? Rápidamente quedaría claro. Aunque a primera vista, todo parecía normal en el box de Ferrari y en el motorhome, bajo esa apariencia, una guerra civil estaba concluyendo, a favor de Montezemolo. Había durado todo el verano, pero, definitivamente, estaba llegando al final. Todo lo que quería Montezemolo ahora de Jean Todt, el director de equipo, y Michael Schumacher, primer piloto, era izar una bandera blanca.
Realmente nadie sabía lo que estaba a punto de ocurrir. Schumacher no quería retirarse, por lo menos no ese día. Y pensaba que todavía conservaba energía para hacerlo a su modo. Pero Montezemolo le había dado un ultimátum hasta Monza y le había dicho (expresamente en contra de los deseos de Jean Todt) que las opciones eran pilotar junto a Kimi Räikkönen en 2007 o la retirada.
En otra época, nadie habría desafiado a Michael Schumacher así. Había sido el rey de la Fórmula Uno durante 12 años y había sido, seguramente, el hombre más fuerte del deporte, eclipsando incluso, a Bernie Ecclestone.
Montezemolo odiaba esta situación y también había llegado a sentirse molesto por el poder de Michael Schumacher y Jean Todt. Siguió el punto de vista de Enzo Ferrari acerca de que los pilotos eran empleados que trabajaban bajo las órdenes de sus empleados. Todt por otro lado lo veía de otra forma, las personas clave en el equipo, incluyendo Schumacher, eran sus amigos íntimos, más allá de ser sus empleados.
De lo que no hay duda es que la combinación de esos dos estilos de dirección desembocó en un trabajo soberbio. Y por esa razón se habían tolerado mutuamente.
En los 11 años de Schumacher en Ferrari, sólo una vez Montezemolo insistió en hacer las cosas a su manera, en 1999.
Oficialmente, por supuesto, nada de lo anterior ocurrió. La línea oficial era que Schumacher había decidido retirarse hacía muchos meses y Ferrari había contratado a Räikkönen para que ocupara su lugar, fin de la historia. A decir verdad, Todt sugirió que alguien que pensara otra cosa, “era estúpido".
Evidentemente había tensión entre Todt y Montezemolo ese fin de semana en Monza. El viernes y el sábado, había existido una paz incómoda mientras ambos ejercían sus obligaciones. Sin embargo, el domingo, a menos de 15 minutos del inicio del GP, Montezemolo se acercó al coche de Raikkonen. Se inclinó sobre el cockpit del piloto y dio una señal de aprobación, que indicaba que todo se estaba yendo según lo planeado. Era una acción extraña el ir hacia un rival de su equipo en el GP “de casa”.
Tras la victoria en el GP de Schumacher, Montezemolo estaba loco del júbilo flanqueado por Elkann y Marchionne. Era el centro de atención de la televisión, abrazó a Jean Todt y lo besó. Pero cuando Montezemolo le besó, fue al estilo italiano, lanzando sus brazos alrededor de sus hombros, Todt se giró rápidamente. Recordaba a la escena de “El Padrino III” cuando Michael Corleone abraza a su hermano Fredo mientras susurraba su sentencia de muerte.
Entonces llegó el turno de Michael Schumacher. Después de ser besado por Montezemolo, también resistió los abrazos de celebración de su jefe y miraba sobre su hombro, sin comprender. Montezemolo, cuando abrazó a los dos hombres sabía que el comunicado de prensa que marcaba su victoria estaba en manos de los periodistas.
Ahora estaba claro para todos que Montezemolo había ganado su lucha interna con Todt para convertir la opción de Raikkonen en un contrato para Ferrari en 2007. Y estaba claro que el ultimátum de "Räikkönen o yo" lanzado por Schumacher había sido ignorado.
Era una lucha que Montezemolo se había propuesto ganar. Seis años antes para potenciar su equipo y asegurarse la victoria, había querido contratar a Mika Hakkinen como compañero de equipo de Schumacher. Pero había sido impedido por Schumacher y Todt. Esta vez estaba dispuesto a imponerse. Quería a Räikkönen, y si eso representaba la salida de Schumacher, sucedería. También dejó claro que no seguiría pagando a Schumacher los 45 millones de dólares que cobraba en sus mejores años. Ese dinero ya no estaba disponible, había sido destinado a Raikkonen en un trato hábilmente negociado por su manager David Robertson.
Realmente, a Schumacher no lo estaban empujando fuera de Ferrari, pero tampoco estaba preparado para continuar en los términos que le estaban siendo ofrecidos. Así que decidió retirarse de mala gana. Y en todo caso era un buen momento, se estaba retirando en plenitud de facultades.
Naturalmente, dadas las circunstancias, las dos conferencias de prensa, primero para la TV y después para la prensa, fue triste. Schumacher se mostró muy arisco. No mostraba felicidad, evidentemente,, anunciando su retirada. Pero se adaptó a la política de la compañía y no mostró ningún sentimiento de ser echado. Ese no era el estilo de Schumacher. Y el comunicado de prensa repartido antes de su propio anuncio anuló cualquier intento de maniobra. Fue repartido por orden expresa de Montezemolo para asegurarse de que él, y no Schumacher, estaba controlando la secuencia de acontecimientos.
La desesperación de Schumacher era obvia. Es un piloto que ama la F1. La vive y la respira. Mientras algunos múltiples campeones del mundo se han precipitado en la retirada, parecía que él podría pilotar superados los 40. No estaba preparado para retirarse después de 16 temporadas, casi el doble de lo normal y a punto de igualar el récord de Riccardo Patrese.
Pero a los 37 años, descubrió, de la misma manera que muchos otros, que Montezemolo había puesto su mirada más allá de él. Eso quedo demostrado con el comentario de su manager de siempre, Willi Weber a un periodista en Italia: "Michael descubrió que ya no tenía el poder que creía en Ferrari." Así que la retirada de Schumacher iba a ser tan controvertida como su debut en el GP de Bélgica, el viernes 23 de Agosto de 1991.
El principio del fin de Schumacher empezó el 25 de Agosto de 2005 cuando Raikkonen firmó un contrato de un año en el que Ferrari tendría los derechos para ficharlo, con una ficha de 45 millones de dólares al año durante tres años, de 2007 a 2009 con opciones para renovar más allá. El precio de la opción nunca ha sido confirmado pero se rumoreó por el paddock que cobró 5 millones de dólares.
Todo el mundo sabía que el mercado de pilotos estaba en plena ebullición para la temporada 2007. Los contratos de los tres mejores pilotos del mundo, Schumacher, Raikkonen y Fernando Alonso finalizaban en 2006. Era un suceso único en historia de la Fórmula Uno y parecía claro que los tres conducirían en equipos diferentes en 2007. En circunstancias normales, uno o dos podrían finalizar contrato al mismo tiempo, pero nunca tres. Sin embargo, realmente nadie esperaba que ninguno de los tres se moviera de sus equipos actuales. Schumacher era parte integrante de Ferrari desde 1996 y nada indicaba que se jubilaría. Alonso estaba ganando todo en Renault así que ¿por qué tendría que moverse, especialmente siendo Flavio Briatore, el director de equipo de Renault, su representante? Y Raikkonen, a pesar de llegar al final de su contrato, realmente no tenía ningún lugar al que irse.
Y esa era la situación en el verano de 2005 cuando el manager de Raikkonen, David Robertson, y Ron Dennis, jefe del equipo McLaren, iniciaron conversaciones para la renovación del finlandés. Era el primero en abrir negociaciones de los tres para 2007.
Para Robertson, iba a ser todo muy sencillo. No podía imaginarse a Raikkonen abandonando McLaren. Dennis tenía una opción para renovarlo en el futuro. Estas opciones provenían del contrato original que Raikkonen había firmado en septiembre 2001. Dennis había pagado un dineral para asegurar los servicios de Kimi, rumoreándose incluso que unos 14 millones de dólares para compensar a Peter Sauber. Era un complejo contrato multianual - dos (2002 y 2003) en un sueldo moderado y luego tres años (2004-2006) con una ficha mucho más alta, que culminaba en una ficha de 45 millones de dólares en 2006. Pero Raikkonen estaba lejos de quedar libre en 2006. Dennis tenía una opción para otros tres años aunque con un sustancial aumento de sueldo.
Dennis podía retenerlo, pero a un alto precio. No hay ninguna manera de saber ese aumento pero es probable que la ficha de Raikkonen rondara entre los 60 y 70 millones de dólares en 2009. Pero Dennis, había cedido para tener a Kimi ofreciendo esas altas fichas hace cuatro años, en 2001, justo antes de los ataques terroristas de Nueva York siendo las condiciones económicas muy diferentes. Resumiendo, no quería pagar tanto, aunque todavía quería que Raikkonen pilotara para él.
Según todo el mundo, Robertson estaba algo sorprendido aunque no lo mostrara en público, cuando Dennis dijo que no estaba teniendo en cuenta esa opción. Aunque no hay confirmación, parece que Dennis creyó que podía cancelar su compromiso, y abrir negociaciones con Robertson con unas cantidades más razonables. Después de todo, Dennos creía, y no le faltaba razón, que Raikkonen no tenía otro sitio a donde irse.
Parece que Dennis creyó que Robertson sólo aceptaría una ficha más baja, probablemente cerca de 35 millones de dólares. Pero Ron demostró no conocer en absoluto a Robertson. David Robertson es una persona sumamente perspicaz. Incluso sus críticos dicen que puede leer las mentes de los jefes de equipo. Se cree que estudia sus reacciones en su tiempo libre con el propósito de tomar ventaja en supuestas negociaciones. En su breve pero agitada carrera, ya ha negociado con Frank Williams, Flavio Briatore, Ron Dennis y Jean Todt, y lo ha vencido a todos.
Alguien que haya tenido negociaciones con él, de cualquier tipo, es consciente de su habilidad. Tal y como comenta uno de sus socios: "Es de la clase de hombre, y no es mala educación, que cuenta sus dedos después de estrechar la mano. Probablemente disfruta de esa reputación en secreto.”
Es importante remarcar que durante la temporada 2005, a pesar de la reputación de Robertson, Dennis creía tener todas las cartas en su poder. Raikkonen estaba dominando la segunda mitad de la temporada y McLaren era el equipo más competitivo. Contrariamente, Ferrari estaba en un mal momento, ¿Qué podría motivar a Kimi irse allí?
Y Renault estaba fuera de la ecuación. Todos pensaban que Alonso era inamovible en Renault. Cuando Dennis desechó la opción de extender el contrato de Raikkonen, o meditaba hacerlo, sólo podía esperar que Robertson aceptara su oferta a la baja.
Pero Robertson intuía algo diferente. Intuía el descontento en la organización de McLaren. Sabía que Adrian Newey había decidido irse y que Nick Tombazis podía hacer lo mismo. También pensaba que la mayoría de los problemas de Ferrari provenían de los neumáticos, es decir, eran resolubles, y sabía que Ross Brawn y Rory Byrne no se habían convertido en pésimos ingenieros repentinamente.
Robertson retuvo a su abogado con Dennis y dijo que regresaría.
Robertson consideró sus opciones y fue al motorhome de Ferrari para posicionarse. Imaginó que las negociaciones con Todt serían una pérdida de tiempo. Así que trató de atraer a Montezemolo y Todt juntos. Otra vez el representante astuto había captado sus diferencias y pensaba que podría poder dividir y vencer. Era completamente correcto. Mientras Todt mostraba indiferencia con la idea de la contratación de Raikkonen, Montezemolo se mostraba mucho más receptivo. Sin embargo, había complicaciones, Ferrari ya tenía una opción con Valentino Rossi y Todt dudaba abiertamente que Schumacher aceptara a Raikkonen junto a de él. Robertson habló a Montezemolo en privado. Los dos aceptaron pre-contratar Raikkonen a una opción de exclusividad para Ferrari por un año, y pagar por el privilegio.
En ese momento, Robertson no pensaba que Ferrari contrataría realmente a Raikkonen. Pero era su mecanismo de presión sobre Ron Dennis. Robertson se aseguró a base de filtraciones a periodistas amigos de la opción de Ferrari. La fanfarronada de Dennis había sido declarada públicamente.
Así que las negociaciones se paralizaron hasta el final de la temporada cuando Dennis escuchó el rumor del precontrato de Raikkonen con Ferrari. A pesar de que sólo era una opción, no comprendió lo que estaba ocurriendo y no utilizó su opción de ampliación de contrato existente, mientras Ferrari decidía acerca de su futuro.
Entonces, en ese momento, apareció el tercer piloto puntero. Fernando Alonso, se estaba inquietando tras oír rumores de que Renault se retiraría de la Fórmula Uno al finalizar 2006. Este rumor llegó a oidos de Dennos como algo confirmado. Algo que, sin duda era triste para la F1 eran, en cambio, muy buenas noticias para Dennos. Cuando el rumor adquirió notoriedad, independientemente de su veracidad, colocó a Alonso en escena.
Dennis hizo una oferta a Alonso. Sabía, como casi todo el mundo en el paddock, que los 6 millones de dólares que cobraba Alonso era un sueldo bajo dada la calidad del piloto. Dennis ofreció 16 a Alonso por temporada. Hizo la oferta en el momento justo.
En ese momento, las perspectivas para 2007 de Renault eran peores que las de McLaren, Tras su exitosa temporada 2005. McLaren también había anunciado su acuerdo con Vodafone como patrocinador principal en 2007; tenían más dinero que nunca. Teniendo en cuenta todas esas consideraciones, el representante de Alonso, Flavio Briatore no tenía otra opción que aconsejar a su piloto que aceptara la oferta de Dennis. Sabía que Renault en ese momento no le ofrecía garantías (aunque después la situación cambió).
Dennis dio una condición a su oferta. Quería anunciarlo inmediatamente a pesar del malestar que provocaría a sus pilotos titulares. Sus amigos íntimos dicen que lo quería hacer de ese modo para demostrar a David Robertson lo astuto que podía ser (Dennis).
El fichaje de Alonso fue anunciado por sorpresa justo antes de Navidad de 2005. Causó un gran revuelo,, principalmente en torno a la posición de Briatore y el conflicto de intereses obvio. Briatore se lo tomó con calma. Curiosamente él y Dennis ofrecieron historias completamente diferentes de cómo fue contratado Alonso. Pero para aquel entonces no importaba. Después de los “sablazos” que habían inflingido a su cuenta corriente por parte de David Robertson, Dennis consideró que había sido un buen trabajo contratar a Fernando Alonso por 16 millones.
Pero Dennis había enfadado a sus pilotos titulares y cuando escucharon las noticias ambos juraron dejar el equipo en el final de 2006. Sentían que habían sido traicionados. La posición para 2007 de Raikkonen parecía, repentinamente, precaria.
... Mientras tanto en Ferrari, Michael Schumacher seguía muy integrado en Ferrari y el equipo italiano había firmado una opción con Valentino Rossi para 2007. Si Rossi decidía hacer efectiva esa opción, no habría sitio para Raikkonen. La situación se complicaba dado que Rubens finalizaba contrato también a finales de 2006. Sin embargo, Honda se mostraba desesperada por ficharlo y negoció una liberación de su contrato ofreciéndole un contrato de mucho dinero por tres años. Para reemplazarlo, el equipo contrató a Felipe Massa para un solo año. Schumacher esperaba que fueran él y Rossi los pilotos titulares de 2007.
Pero recién iniciada en la temporada 2006, Montezemolo se dio cuenta de que no quería eso. Contratar a Rossi era el plan de Todt y Schumacher. Quería a Raikkonen, su hombre, en 2007 en el monoplaza, y empezó a tramar la manera de conseguirlo.
Podría parecer ridículo que Montezemolo iniciara una guerra política dentro de su propia empresa, pero eso fue lo que sucedió. Todt había hecho de Ferrari su propio feudo, para fastidio de Montezemolo. Lo dos ya habían chocado a inicios de año cuando Monlezemolo quiso prescindir de Marlboro como patrocinador para 2007 y encontrar a un patrocinador no relacionado con el tabaco. Todt quería quedarse con un deseoso Marlboro. Montezemolo probó todo para encontrar una alternativa y invitó a Sir Martin Sorrell, Presidente de WPP Group, la agencia de publicidad más grande del mundo, a que lo visitaran en Maranello. Aparentemente quería hablar si WPP y su red de organismos de patrocinio podían ayudar a encontrar un nuevo patrocinador principal para 2007.
Pero Todt se enteró sobre la visita de Sorrell. Y cuando Sorrell llegó a Maranello, no se reunió con Montezemolo sino con el francés. De manera previsible, las discusiones no pasaron de eso. Todt dijo a Sorrell que ya tenía un patrocinador principal para 2007 y le preguntó por qué estaba ahí. Sorrell se preguntó lo mismo y pensó que la visita había sido una pérdida de tiempo. Pero cuando Sorrell estaba saliendo, camino a la recepción de las oficinas de Ferrari, Montezemolo salió a su encuentro y le hizo pasar en una pequeña sala de reuniones adyacente. Le preguntó qué había hablado con Todt y cuándo Sorrell le dio explicaciones, le pidió que encontrara una alternativa a Marlboro. La conversación duró 10 minutos y Sorrell dejó Maranello agitando su cabeza al ver los chanchullos que había presenciado entre Todt y Montezemolo. Sorrell no tenía ninguna intención de malgastar su tiempo tratando de encontrar un patrocinador principal para un equipo que ya tenía uno. Todt ya había dicho a Sorrell que había hecho un trato con su amigo Louis Camilleri, el presidente de Altria, la compañía matriz de Marlboro. Camilleri había aceptado un trato de cinco años desde 2007 a razón de 200 millones de euros por temporada. Era el contrato de esponsorización más grande efectuado en la F1, oferta que el equipo no podía rechazar.
Montezemolo estaba desesperado tras la firma de Marlboro. Esto convirtió a Todt en todavía más poderoso dentro del equipo. A decir verdad Montezemolo había empezado a sentirse como un desconocido en su propia fábrica. Continuamente en Fiat y sus negocios en Italia, Montezemolo se dio cuenta de que había cometido un error al ascender a Todt el año anterior para dirigir la fábrica entera de Ferrari. Esperaba que Todt no pudiera con la situación, sin embargo, Ferrari, que había estado en la inactividad financiera, empezó una recuperación extraordinaria bajo la gerencia de Todt.
Montezemolo sentía que había creado a un monstruo en Todt a quien no podía controlar. Aunque los dos hombres habían trabajado juntos durante más de una década, eran como tiza y queso. Todt es un hombre hecho a si mismo gracias a su propio esfuerzo, es culto, un amante de arte con un gusto impecable. En 2005 inició una relación con la actriz de Hollywood, Michelle Yeoh, se había comprometido con ella y estaba empezando a superar al mismísimo Montezemolo en muchos sentidos.
Por otro lado, Montezemolo es un aristócrata orgulloso. Un miembro de la familia Agnelli por encima de otra cosa, es considerado dentro del imperio Fiat como un “wunderkind” (chico maravilla) de mercadotecnia.
Nadie en Maranello puede comprender como ha durado tanto la alianza Todt-Montezemolo. Un observador dijo: "Es un misterio, Todt no es el tipo de persona de Luca y vice versa."
Nunca estuvo en la mente de Montezemolo deshacerse de Todt, sólo quería disolver la alianza entre él y Schumacher que tan eficazmente controlaba el equipo. Y en esa guerra se encuentra Michael Schumacher, con ambos rivales determinados salirse con la suya. Pero Montezemolo tuvo máas determinación.
Montezemolo no se dejaba intimidar por Michael Schumacher tanto como por Jean Todt, evidentemente. Eso queda demostrado en 1999 cuando los dos se enfrentaron después de que Schumacher se accidentara en el Gran Premio británico. Incluso tras recuperarse hasta el punto de poder realizar unos tests, Schumacher anunció el domingo 3 octubre que no participaría en los dos GG.PP restantes del año (Malasia y Japón) en plenitud de forma.
Después del accidente, Eddie Irvine se había convertido en el aspirante al título mundial y necesitaba todo el apoyo del equipo así como un compañero de equipo que le apoyara sin concesiones. Pero lo último que Schumacher deseaba era que su compañero de equipo ganara el campeonato mundial y había decidido ver los dos últimos GG.PP. desde fuera, con la colaboración de Todt, evidentemente. Irvine suplicó a Montezemolo para que interveniera.
Lo que ocurrió después es indicativo del tipo de relación que tenía Schumacher con Todt y Montezemolo. En la tarde del martes 5 de octubre de 1999, Montezemolo telefoneó a Schumacher en su casa en Suiza para preguntar si cambiaba de idea y pilotaba. Pero la hija de Michael, Gina María, respondió al teléfono y dijo a Montezemolo que su papá estaba fuera calzado con sus botas de fútbol". Montezemolo realizó un pequeño interrogatorio a la niña y averiguó que ella y su hermano habían estado disfrutando de un desigual partido de fútbol en el jardín con su padre. Cuando Schumacher cogió el teléfono, Montezemolo le preguntó si efectivamente había estado jugando a fútbol. El alemán no tenía ninguna escapatoria y tuvo que ser sincero. En cuanto Montezemolo escuchó eso, le dijo que si estaba en forma para jugar a fútbol también lo estaba para pilotar en Malasia y Japón. Cuando Schumacher protestó, Montezemolo le recordó que estaba cobrando 2 millones de dólares por carrera. Schumacher no tenía otra alternativa que obedecer y el viernes 8 de octubre el equipo anunció que regresaría para los dos últimos GG.PP.
El incidente había sido una lección para Montezemolo, se dio cuenta de que existía una conspiración entre Todt y Schumacher hacia él.
Ya le había sucedido algo similar cuando quiso fichar a Mika Hakkinen para acompañar a Schumacher. En ese momento Todt dijo que Schumacher no lo aceptaría y se iría del equipo. En efecto, Schumacher tenía tanto poder, que podía establecer condiciones y vetos y Montezemolo no podía arriesgarse.
Así que cuando se presentó la oportunidad de fichar a Kimi Raikkonen durante el verano de 2005, Montezemolo echó el resto. Tras una temporada mala en la que el equipo había ganado el vergonzoso Gran Premio de Estados Unidos, Montezemolo intuía que el reinado de Schumacher estaba llegando a su final. Tendría casi 38 cuando su finalizara su contrato en 2006.
Así que cuando apareció David Robertson, Montezemolo era todo oidos. Robertson enfrentó a Montezemolo y Todt brillantemente. De acuerdo con fuentes de Ferrari, Montezemolo no quería retrasarse en la búsqueda de un primer piloto y que cuando se diera cuenta, todos hubieran firmado contratos. Montezemolo es un hombre instintivo y, tal y como una cercana a Ferrari dijo: "Decidió poner toda la carne en el asador."
Esa misma persona confirmó que Montezemolo se había desilusionado mucho con la no contratación de Hakkinen y que estaría dolido para siempre: "El distanciamiento con Todt ha estado ahí siempre pero llegó a un punto crítico en Monza. Luca quería ver a Hakkinen en el otro coche. Cree al 200% en los pilotos."
Durante la temporada 2005, Montezemolo decidió que no quería a Valentino Rossi aunque tenía una opción de ficharlo. Convenció a Rossi para que se quedara en MotoGP. Esta decisión derrotó a Schumacher que entendió lo que realmente significaba. Rossi tenía un extenso programa de pruebas para familiarizarse con el coche antes de una presentación en sociedad en 2007. Schumacher dijo constantemente: "Somos tristes por no verlo aquí. Creo que tiene un gran talento y que podía haberlo muy bien." Ross Brawn, el director técnico de Ferrari y aliado de Todt y Schumacher estaba también disgustado y dijo: "Estábamos muy asombrados con el lo que estaba capaz hacer. Habría sido muy excitante. Nos impresionó mucho durante las pruebas que hicimos, aunque no lo tomamos muy en serio (la prueba). Habría sido un desafío bonito. Es una lástima."
El anuncio de Rossi alimentó la especulación de que Ferrari ya había se decidido por su pareja de pilotos para 2007 y que Kimi Raikkonen sería nombrado compañero de equipo de Michael Schumacher. Pero desde mediados de verano había estallado una batalla a gran escala dentro de Ferrari. Había un enfrentamiento, que continuaría hasta el momento de hacer efectiva la opción sobre Raikkonen.
Mientras tanto, David Robertson estaba intuyendo que Ferrari no haría efectiva dicha opción y que no pilotaría junto a Schumacher. Eso le incitó a que reiniciara las negociaciones con Ron Dennis y se aseguró de que sus opciones todavía estuvieran abiertas en McLaren. Pero dado el pobre rendimiento del coche de 2006 y los tres máximos hombres técnicos, encabezados por Adrian Newey, fuera del equipo, las condiciones eran totalmente diferentes. Así que en mayo, Robertson inició negociaciones serias con Flavio Briatore para llevar Raikkonen a Renault. Robertson encontró a un director de equipo que difícilmente haría un trato. El problema radicaba en que Renault era el coche más competitivo en esa época y Robertson había negociado ya con McLaten y Ferrari ante que con Renault.
Las negociaciones fueron una sorpresa teniendo en cuenta el enfrentamiento de Briatore y Robertson en 2001 tras criticar el representante los métodos del italiano. Pero Briatore inició el acercamiento y entretuvo a Robertson, y su hijo Steve, en su yate en MonteCarlo. También les presentó a su nueva novia, la deslumbrante. Elisabetta Gregoracci, que les acompañó cuando visitaron el nuevo yate del director de equipo de Renault en puerto de Mónaco.
Briatore estaba listo para olvidar el pasado si había un trato. Y necesitaba el trato urgentemente. En ese momento su posición era muy diferente a la que tenía en diciembre de 2005. Ahora el futuro era claro y Carlos Ghosn, el presidente de Renault, había confirmado un compromiso a largo plazo del equipo y había eliminado el recorte presupuestario anunciado. Briatore podía ofrecer un contrato decente a Raikkonen, 21 millones de dólares más la posibilidad de negociar contratos externos que podían reportar otros 10 millones de dólares adicionales.
Las negociaciones se alargaron siendo Briatore el que empleó tiempo y esfuerzo en “cortejar” a Robertson. Después Briatore diría a algunos amigos que sentía que Robertson había estado haciéndole perder el tiempo y había estado negociando con Ferrari al mismo tiempo que estaba ofreciendo a Raikkonen a Renault. Sin embargo, éste no era el caso. Robertson había estado negociando en la creencia genuina de que Ferrari no ejecutaría su opción de compra debido a Schumacher.
A inicios del verano, la guerra civil se desató entre bastidores en Maranello. Schumacher descubrió que su poder había desaparecido. A Montezemolo no parecía importarle si se quedaba. En el Gran Premio de Alemania, que Schumacher ganó seguido de Massa y Raikkonen en tercer lugar, el piloto nº1 de Ferrari ofreció una muestra de cariño pública para su compañero de equipo e ignoró totalmente a Raikkonen. Era una imagen típica de Michael: estaba demostrando públicamente a Montezemolo cómo era de bueno y lo bueno que podría llegar a ser. Pero Montezemolo se mostró totalmente indiferente. A decir verdad, afianzó su decisión de fichar a Raikkonen y en agosto, se demotró que Robertson estaba equivocado cuando Montezemolo firmó el contrato con él. Nadie cerca de Ferrari estaba sorprendido: "Luca, siendo el político que es, ató todos los cabos."
Cuando Schumacher conoció la noticia, dijo a Montezemolo que quería esperar hasta final de temporada para tomar la decisión de hacer pareja con Raikkonen. Mientras tanto, no se haría ningún anuncio sobre Raikkonen. Pero Montezemolo no pensaba igual. Quería tener la situación resuelta y dijo a Schumacher que quería su decisión antes de Monza, cuando anunciaría a Raikkonen. En ese momento aparece Ross Brawn declarando que había decidido dejar el equipo si Michael lo hacía. Esas noticias fueron filtradas a periodistas pare ejercer presión sobre Montezemolo.
Pero estaba escrito. Montezemolo había llegado muy lejos y no estaba dispuesto a retroceder.
Montezemolo ganó la lucha: Schumacher no pilotaría junto a Raikkonen y anunciaría su retirada. Pero no era la manera como quería hacerlo. Habría continuado teniendo a Felipe Massa como compañero de equipo. Ahora el campeón heptacampeón del mundo, sólo con 37 años, debe determinar qué hacer después y hacia donde reorientará su vida. Mientras tanto, ninguno de las declaraciones pueden ser tomadas en cuenta. A pesar de los 17 años desde la muerte de Enzo Ferrari. Ferrari todavía es una organización muy maquiavélica y Jean Todt, de manera previsible, está enrabietado tras perder esta lucha pública con Montezemolo. Sabe que nunca tendrá el mismo tipo de relación con Raikkonen como la que ha tenido con Schumacher. Sin embargo, se insiste en que el puesto de Todt no peligra ya que tiene demasiados amigos dentro de Fiat como para que Montezemolo se plantee prescindir de él. Y añade que Montezemolo no debe ser visto como malvado, que realmente no quiere eso y sabe que Todt es el mejor hombre para hacer funcionar a Ferrari. "Luca puede ser cualquier cosa, excepto un hombre estúpido".
Sin embargo, otro observador exterior comenta que Todt ha resultado herido por lo que ha ocurrido y no creer que la historia acabe aquí cuando dice: "Todt es la persona más maliciosa sobre dos piernas y se la devolverá a Luca."
