Yo prefiero mirar hacia adelante, aquí dejo este documento por si alguien quiere repasarlo, a pesar de que ya cada uno tiene formada su opinión de los hechos, quizás la realidad es que no sea ni todo negro, ni todo blanco, quizás todos se equivocaron, aunque algunos más que otros.
El tortuoso camino hacia el títuloLas conversaciones por radio entre Alonso y los responsables de McLaren en la calificación de Hungría revelan importantes desajustes que pueden amenazar su lucha por el Mundial.
La salida del 'paddock' de Hungaroring del último camión de Super Aguri puso punto y final al más turbulento fin de semana que ha vivido la F-1 en los últimos años. Cerca de tres semanas más tarde tenemos la certeza de que nunca llegaremos a conocer con exactitud lo ocurrido durante la última sesión de calificación que otorgó una efímera 'pole' a Fernando Alonso, y qué pasó por la mente de cada uno de los protagonistas durante la disparatada sucesión de acontecimientos que cortó de raíz la remontada que el bicampeón protagonizaba en el campeonato sobre el liderazgo de Lewis Hamilton.
Hoy, con el 'pit lane' de Estambul abierto para que el Gran Premio de Turquía eche a rodar dando paso a las seis últimas citas de la temporada, aún no se han apagado los ecos del enfrentamiento público, la escisión patente que dividió a la escudería McLaren entre quienes pondrán todo su empeño en ayudar a su compatriota a convertirse en el primer debutante que gane el título y aquellos que valoran la radical transformación sufrida por el equipo gracias a la enorme aportación del foráneo recién llegado.
No hay constancia pública de que los rectores de la escudería hayan tomado cartas en el asunto más allá de un llamamiento a la concordia entre sus pilotos, quienes a estas alturas de la temporada se encuentran tan pendientes de la disputa del título como de firmar el contrato mejor pagado de la Fórmula 1, en el caso de Lewis Hamilton, o labrarse un futuro mejor lejos de la escudería de Woking, en el caso de Alonso.
Miradas de reojo
Sin temor al equívoco, puede afirmarse que la ronda de calificación de Hungría nació viciada, pues sorprende aún recordar la imagen ofrecida por Ferrari al remolcar, marcha atrás y con el 'pit lane' abierto, el monoplaza de Massa al que 'olvidaron repostar' arruinando su carrera. Alonso, sentado en su coche con el monitor de tiempos ante sus ojos, no daba crédito a la escena, mientras de reojo seguía las evoluciones de su compañero de equipo, que se adelantaba para volver al asfalto ante la atenta mirada de Mark Slad, ingeniero de pista del asturiano.
-¿Fernando, fuera el monitor! ¿Arrancamos!
-¿Ok, Mark, me marcho! Pero, ¿por qué sale él delante? ¿¿Hoy tengo yo la última vuelta!! ¿Qué pretende, estorbar?
-No te preocupes Fernando, ya sabe que debe apartarse y te dejará pasar al final de recta. Él había tenido menos tráfico en la Q2 y su motor no ha necesitado refrigerar con los ventiladores tanto tiempo como el tuyo, pero sal deprisa porque si no se te adelantará también Kimi
Diez coches agrupados al final del 'pit lane' esperaban la puesta en verde del semáforo. Los motores rugieron al unísono mientras los pilotos que ocuparían las cinco primeras filas de la parrilla buscaban el final de la recta principal. Alonso sentía la proximidad de Raikkonen, cuyo Ferrari ocupaba por completo los retrovisores de su monoplaza.
-¿No me deja pasar! ¿Mark! ¿Qué ocurre? ¿No decías que ya sabía que debía apartarse?
-...
-¿Por qué no contestáis? ¿Qué pasa? ¿Media vuelta y nadie me da una explicación? ¿¿Kimi no para de enseñarme el morro en los espejos!!... ¿¿Que se aparte ya!!
-¿¿Fernando, soy Steve, aguanta un poco !! (Steve Hallam, el ingeniero jefe del equipo)
¿Qué estaba ocurriendo? Fernando necesitaba esa 'pole' para continuar su remontada, quería ser líder ya y ganar el título.
-¿Steve! ¿Mark! ¿Qué está pasando? ¿Casi tres vueltas y no puedo pasarle!
-¿Fernando, soy Steve, espera porque Ron está hablando con él!
-¿Ron? ¿Ron Dennis tiene que pedirle que se aparte? Es el colmo, esto sólo había ocurrido en Mónaco para decirle que mantuviera la distancia conmigo sin estrellarse y en Indy cuando Ron me pidió que no le presionara más ¿Ron! ¿Quiero hablar contigo! ¿Qué pretendéis? ¿Le vais a regalar la carrera? ¿Este no es el trato! ¿Después me pedirás que gane en Italia!
Alonso se ha subido demasiado al piano, el coche se ha llevado un buen golpe en el salto, está muy distraído y Kimi sigue pegado a su alerón decide descolgarse para dejar que Hamilton se escape y poder disponer de un aire más limpio que le permita concentrarse y mejorar sus tiempos. Espera mantener a Kimi tras él y presionar a quien ha traicionado su confianza y la del equipo. Acaba de ver su nombre en verde en las pantallas gigantes.
-¿Bravo Nano! ¿Vamos, vamos! ¿Sí, sí, sí! ¿P1 para mí, 'pole' provisional!
-¿Fernando, soy Ron! Lewis no reconoce el acuerdo y no quiere dejarte pasar.
-¿Ya lo veo! Y tú Ron, ¿no tienes nada que decirle? ¿Es tu niño, que se aparte! ¿Qué es esto, otra jugada vuestra? ¿Lo teníais preparado?
-¿Fernando, entra en boxes. Repostaje y ruedas nuevas!
Fernando ha activado ya el limitador de su monoplaza al entrar al 'pit lane' sin haberse encontrado a gusto en toda la sesión, incordiado por sus continuas conversaciones a través de la radio. Raikkonen se ha puesto por delante de los McLaren con un magnífico tiempo aprovechando el desorden reinante entre los hombres de Dennis. El coche número 1 se detiene, piruleta abajo, gasolina y gomas nuevas
-Mark, ¿qué pensáis hacer ahora? ¿Cómo arregláis esto?
-Fernando, vamos a variar la estrategia para que mantengas tus opciones intactas. Ron está muy enfadado con él y acaba de decidirlo. Ahora espera unos segundos a que no haya tráfico antes de volver a la pista. Te hago la cuenta atrás y sales.
Juego de ruedas
La situación en el equipo es tan anómala que se ha montado el nuevo juego de ruedas sin retirar antes sus calentadores, lo que provoca la ira de Alonso cuando se levanta la piruleta para que vuelva a la pista.
-Pero, ¿nadie ve lo que hay en la rueda delantera derecha? ¿Mark, unos hilos de las mantas están enganchados en el eje. Sacadlos de ahí!
-Sí, ya lo veo, ya está. Fernando, tranquilo, concéntrate y da lo mejor que tienes. ¿Adelante!
Su bólido se pone en movimiento y baja el 'pit lane' alterado, muy enfadado con lo que ocurre, ya creía haber visto todo, pero esto es demasiado. Recuerda haber encargado a Luis García Abad, su mánager, la búsqueda de una salida para abandonar el equipo. No aguanta más, se siente engañado y piensa que su auténtica oportunidad para el lucimiento en las carreras que faltan por disputarse puede llegar en Japón si logra obtener lo mejor del coche en un circuito inédito para todos excepto para Toyota, propietario del trazado del Monte Fuji.
Allí tratará de ocultar sus reglajes a Hamilton, como hiciera en Silverstone. Según le decía Jarno Trulli, que ya ha rodado en él, se trata de un circuito de piloto porque aunque dispone de una recta muy larga que da ventaja al Ferrari, ganará el que mejor equilibre el coche el viernes. Y Fernando no está dispuesto a dejar pasar tal oportunidad porque puede ser la última victoria de la temporada y la última con McLaren.
Pasa por meta con el pie abajo, a tope. Primer parcial en verde; a tope; fuera ese piano; segundo parcial en verde. Se siente el mejor, como si los rivales no existieran. Aguanta en la entrada a la recta; a fondo. ¿ P 1! ¿Quién puede con esta 'pole', con este tiempo?, se pregunta. Vuelve a boxes para su último cambio.
La presión por la 'pole' en Hungría aumenta cuando el inglés detiene el crono en un tiempo estratosférico. ¿Con qué carga de combustible?, se pregunta Alonso mientras espera su último repostaje. Piruleta abajo, ruedas nuevas.
-¿Pero qué está pasando, qué ruedas son éstas? ¿Dónde está mi último juego de ruedas nuevas?, reclama.
-¿Mark!, ¿de qué va todo esto? ¿Me tomáis el pelo? ¿Por qué levanta la piruleta? ¿Aún no he terminado! Ron, ¿dónde está mi último juego de neumáticos?
-Fernando, hemos comprobado que la presión no era la correcta en esas gomas y no puedes salir a pista con ellas, es peligroso. Pero vamos, ¿qué os pasa a todos, por qué os miráis? -¿Sales con usadas y compuesto duro! ¿Muévete para que entre Lewis y vuela o perderás tu última opción!
Pasa por meta en su vuelta lanzada cuando restaba poco más de medio segundo para terminar la sesión. Se hace el silencio. Sólo escucha el ruido del viento y el estruendo de su motor. La radio cerrada, se funde con el coche; lo lleva sobre raíles, pero va retrasado tras el primer parcial. Debe apretar más, se siente a gusto con el monoplaza que él mismo ha desarrollado hasta convertir en ganador. Se está jugando el campeonato; acaba de ver su nombre en verde en el segundo sector.
-¿Vamos, vamos (aprieta los dientes), a por todas!, se dice.
Está lanzado, dispuesto a poder con él, con ellos, con todos. El coche entra con toda nobleza donde le indica, se juega la última curva a todo o nada; si no se sale
-¿Sí! ¿La 'pole' es mía! ¿1'19.674! ¿ Toma, toma y toma! ¿Aquí tenéis al campeón! ¿Lo logré!
Abre la radio y, ¿qué pasa? ¿Ahora no hay nadie que diga ¿Bravo Fernando!, como hacía Flavio? Seguro que algún amigo de Renault lo habrá celebrado... hasta Theissen (mandamás de BMW) se alegrará. En lugar de felicitarle, se le comunica desde el muro de boxes que su tardía puesta en marcha ha impedido que Hamilton llegara a completar su última vuelta
-Pero, ¿qué importancia tiene? ¿En nuestro acuerdo hoy era mi día y la primera fila es nuestra! ¿Qué más queréis?
Ser el mejor
Piensa que al día siguiente será líder y no le preocupa el qué dirán. Cierra la radio y recuerda a sus íntimos, con quienes celebrará la 'pole' no sin antes mostrar su hartazgo ante las cámaras de televisión. Con una manzana verde en la mano marchará, como tantas tardes de sábado, a relajarse entre los naipes de Flavio, quien le pedirá calma haciéndole ver que en la F-1 la historia se repite al recordarle que el argentino Carlos Reutemann ya advirtió a su compañero Alan Jones durante el G. P. de Brasil de 1981 que no confiara en él, pues antes que dejarle pasar detendría su coche en medio de la pista para volverse a su cercano rancho de la Pampa por mucho que le obligara su contrato a ceder la posición a su jefe de filas.
Tan bravo y combativo en la pista como Fernando Alonso, Reutemann reconoció que si levantaba el pie en aquel momento nunca más se sentiría piloto. Él salía a la pista sólo para ganar; él también corría con el único objetivo de ser el mejor.
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