Gran carrera, bajo mi punto de vista. Hoy por fin se ha luchado por la primera posición, lo que da lugar a la esperanza en cuanto a la lucha por el mundial. Trepidante salida de los McLaren.
Increíble Hamilton. Se está empeñando en que no nos quedemos dormidos viendo las carreras. Hace un tiempo mucha gente decía que era un buen piloto pero que no tenía pinta de llegar a ser un gran piloto... hoy día y después de muchos GPs, este chico está demostrando que ha crecido mucho, y veremos lo que le queda. Nos ha demostrado que se puede adelantar en cualquier lugar del circuito, se la ha jugado en muchas ocasiones y también con su compañero de equipo: no se lo piensa dos veces el tío, y eso dice mucho de su ímpetu por ganar. Chapó por él.
Chapó también por todos los demás. Alonso ha hecho lo que ha podido durante la carrera, pero sí es verdad que la cagada de la salida sólo es achacable a él. Ferrari debe despertar. Estos años atrás han demostrado que acaban siendo competitivos, pero pierden una cantidad maravillosa de puntos al principio de la temporada que sin duda provocan que al final de la misma no consigan los resultados deseados.
Y en cuanto a los Pirellis... pues bien creo que lleváis mucha razón quienes opinais que obligan a que los equipos tomen ciertas decisiones que merman las posibilidades de estrategia, lo cual se traduce en que la posición final de carrera de un piloto está condicionada más a la suerte que a la habilidad del piloto e incluso que a la calidad del monoplaza. Pero yo no me quejo de ello puesto que para mí es un "daño colateral" del espectáculo. Me explico:
Estos años atrás las condiciones técnicas daban más juego a la estrategia defensiva que a la ofensiva, lo que hacía que las carreras en seco fuesen soporíferas en comparación con lo que poco que llevamos visto este año de momento. Con la reglamentación actual no hay margen para la especulación ni para dormirse en los laureles a la hora de diseñar la estrategia, puesto que los neumáticos se "destrozan" y además están muy limitados. Cuando debes basar tu estrategia en atacar y no en defender es entonces cuando el espectáculo nace: en contraposición, unido irrefutablemente y por desgracia, eso implica que la suerte tome el mando de muchos resultados. Pero lo bueno de esto es que obligan, sobre todo, a que nadie se duerma.