Marcos_F1 escribió:Si claro, la culpa de que Massa ande más pendiente de echar a Hamilton de la pista que de competir o de que tenga un rendimiento pésimo es aquella orden de equipo que sucedió hace más de un año... Por favor, seamos un poco serios. El Ferrari no es un buen coche y Massa no es alguien que destaque con coches no tan buenos.
Esa carrera que pudo haber ganado ha podido significar un punto de inflexión en ese sentido, por supuesto. Pasó de poder ganar, de volver a sentir esa sensación, a serle arrebatada arbitrariamente y eso moralmente es un tema peliagudo, tanto que es posible que eso le haga imposible recuperar su forma psicológica, o más difícil. A veces nos olvidamos de que la mente es mucho más de lo que nos pensamos.
Serios estamos siendo desde el momento en que tomamos en cuenta que algo así afecta más negativamente que al contrario y más cuando estás tratando con una persona que ya venía afectada psicológicamente... Si a una persona le deja tocada una cosa deprimente, como es un accidente casi mortal, a punto de ser padre y despues de volver a correr, porque así lo sientes, de luchar contra la paranoia que crea esa situación deprimente que ha vivido, está a punto de conseguir de nuevo justo lo que hace mucho no conseguía por esa aptitud psicológica dañada que te ha costado recuperar, le niegas conseguirlo, pues la verdad muy bueno precisamente no es, porque entonces puede suceder que nunca más lo consiga gracias a una pérdida de confianza añadida a lo anterior: la sensación de que para el equipo él no significa nada. En Ferrari se intentan indultar de ese daño hecho con la manutención del contrato de Felipe en 2012, pero no nos engañemos, entra dentro de las posibilidades no ver a Felipe hacer eso de nuevo (que si lo vuelve a conseguir alabaría su fortaleza mental) y mantenerle el contrato se puede decir que es una muestra de que saben lo que hay, la han cagado y solo pueden redimirse con él de esta manera. Si no, no dudaría de que Felipe estaría fuera ya.
Se puede decir que el hecho de negarle su victoria, conseguida a pulso, perfectamente puede suponer un detonante a lo posterior...La mente nos controla siempre, nosotros a ella en contadas ocasiones y con su beneplácito.