'Option 13': ¿Mereció Michael Schumacher su primer título?¿Mereció Michael Schumacher su primer título? "Había ayudas electrónicas a los pilotos. Nunca se mencionó, pero yo estaba convencido. Ahora sé lo suficiente. Como todo el mundo, Michael depende de su coche. Para muchos, fue un dios, pero no es un superman". La semana pasada, Jos Verstappen bajó a Michael Schumacher de los altares y puso el dedo en la llaga de aquel aciago 1994, un campeonato donde Benetton y Schumacher superaron todos los límites deportivos y reglamentarios.
"Su coche era diferente al mío", recordaba Verstappen, "frenaba al límite y entraba tan fuerte en las curvas como era posible. ¿Cómo podía hacerlo?". Ayrton Senna fue el primero en descubrirlo. Sus sospechas se despertaron tras perseguir en vano a Schumacher en la primera carrera de Brasil. En la siguiente, después de abandonar en el primer giro, el brasileño permaneció observando a Schumacher a pie de pista. Se lo comunicó al equipo: "Benetton tiene dos coches diferentes", pero solo Schumacher contaba con el control de tracción. Incluso compartió con Prost sus sospechas. Le pidió a Frank Williams que protestara, pero el británico se negó.
Senna falleció en Imola, donde la FIA pidió el 'software' a Ferrari, McLaren y Benetton. El control de tracción, legal en 1993, había sido prohibido a partir de 1994. LDRA, una compañía especializada, analizaba los códigos mientras Schumacher seguía ganando. Para colmo, en el Gran Premio de Francia arrancó de forma escandalosamente veloz desde la tercera posición. El resultado de las investigaciones llegaría tras la carrera de Gran Bretaña donde, en la pista, Benetton y Schumacher también siguieron rebasando los límites.
"Sorpresa, sorpresa..."
En la vuelta de reconocimiento el alemán adelantó arrogante y antirreglamentariamente a Damon Hill, a modo de intimidación ante su público. Recibió una sanción de cinco segundos pero, incomprensiblemente, Benetton no llamó a boxes a Schumacher para cumpliera. Recibió bandera negra, que tampoco respetó porque, según el alemán, "no la había visto". Nuevo escándalo, apelaciones, medio millón de dólares de multa a Benetton y dos carreras de sanción a Schumacher. Pero lo mejor –o lo peor- estaba por llegar.
Después del gran premio, se hicieron públicos los descubrimientos de LRDA con el software. Ferrari y McLaren contaban con sistemas que se consideraron legales. Pero en Benetton se descubrió la trampa hecha arte: los técnicos de LRDA bajaban por un listado de diez menús tras los cuales aparecía una línea oculta en la que, después de activar una tecla especial, aparecía el precioso tesoro, un 'launch control', un sistema de arrancada activado por el piloto a través de una activación combinada de levas de cambio, acelerador y embrague. Era la famosa 'Option 13'.
Benetton alegó que solo se usaba en entrenamientos, y que el programa no había sido retirado ante la posibilidad de dañar el conjunto del 'software'. La FIA, en uno de los comunicados más delirantes de la historia de la Fórmula 1 reconocía la trampa, pero también la "falta de evidencia" de su uso. Que le preguntaran a Damon Hill en Francia. Las carcajadas de los ingenieros rivales se escucharon en París. Lo que vino a continuación, en Hockenheim, sin embargo, no fue una broma.
Más madera
En esta ocasión le tocó al mismo Verstappen. En la vuelta 15 se produjo un espectacular incendio durante el repostaje. Tras la investigación, la FIA descubrió que se había retirado un filtro que permitía acelerar un 12,5% el flujo de combustible al depósito. Tras su verificación con la compañía fabricante del sistema, la FIA recogió en un comunicado que, según Benetton, "un miembro 'junior' del equipo había retirado dicho filtro". De nuevo, el equipo de Briatore parecía querer tormar el pelo a todo el mundo con sus excusas. La FIA no sancionó. Se tomaría la revancha en la siguiente ocasión.
Spa Francorchamps. Al final de la carrera, los comisarios descubrían que la plancha de madera bajo el monoplaza, recientemente impuesta para controlar la altura al suelo, no tenía el grosor reglamentario. Para el equipo, el trompo de la vuelta 19 tuvo la culpa y la ilegalidad era solo cuestión de "un milímetro", según Schumacher. El alemán perdió los diez puntos de la victoria, en lo que muchos vieron una respuesta a las provocaciones de Benetton. Finalmente, el título llegaría vivo a la última carrera del año, en Australia. Allí, Schumacher puso la guinda con un sello que resultaría familiar en posteriores momentos de su trayectoria.
El primero de la lista
El piloto alemán llegó con un punto de ventaja sobre Hill. Ante la creciente presión del británico, Schumacher se salió de la pista en la vuelta 36, golpeó el muro y su B194 quedó dañado. No hubiera podido habría terminar la carrera. Cuando el británico le alcanzó e intentó superarle, Schumacher tiró su monoplaza contra el Williams. Lograba así su primer título.
"Los equipos perfectos siempre han consistido en un sobresaliente piloto número uno y un rápido número dos capaz de lograr buenos resultados si el primero falla. Así que la situación solo funciona cuando uno tiene una ventaja técnica y no importa si no se intercambia cierta información entre ellos". ¿Adivinan a quien corresponden estas palabras, pronunciadas al término del campeonato de 1994? De un tal Michael Schumacher ¿De qué se extrañaba entonces el pobre Jos Verstappen? Aunque nadie podrá negar nunca el incuestionable talento del piloto alemán, tampoco que la polémica forma parte de su impresionante carrera deportiva.
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