Joan Villadelprat en EL PAIS escribió:Le ha costado a Ferrari encontrar el camino. Pero lo ha hecho a tiempo. Faltan siete carreras para la conclusión del Mundial y Fernando Alonso es líder del campeonato con una ventaja de 37 puntos sobre su inmediato seguidor, que ha dejado de ser Vettel y ahora es Lewis Hamilton. La situación parece inverosímil si tenemos en cuenta cómo empezó la escudería de Maranello el curso. Entonces, era un equipo superado en todos los terrenos por sus rivales más importantes, McLaren y Red Bull, y que incluso corría por debajo de Lotus y Mercedes. Ahora, Ferrari está a la misma altura que McLaren y parece por encima de Red Bull, de Lotus y de Mercedes, dependiendo un poco del tipo de trazado al que deba enfrentarse.
Una parte fundamental del mérito de esta situación se debe a la calidad incuestionable de Fernando Alonso, que ha sacado petróleo en las carreras en que el coche no estaba todavía a la altura. El asturiano ha vuelto a acreditar esta temporada que es el mejor piloto del paddock, el más completo, el que mejor está físicamente y el que mejor se entiende con el equipo. Se siente cómodo en Ferrari y ha conseguido una comunión con ellos que no solo le da confianza, sino que les permite a las dos partes mejorar constantemente. La otra parte la ha puesto el equipo. Habían empezado la temporada con un coche mediocre, pero Alonso les ha dado el tiempo necesario para convertirlo en uno de los más competitivos.
Sin ese tiempo, Ferrari se habría hundido y habría recurrido a las soluciones traumáticas a las que nos tenía acostumbrados: cambios en el equipo técnico y falta de confianza en sus responsables. Pero los buenos resultados de Fernando han permitido mantener la calma, no tocar nada del equipo y seguir confiando en dos hombres fundamentales en los esquemas técnicos actuales: Pat Fry y Rory Byrne. Son dos grandes técnicos, dos hombres capaces de intuir muy bien los problemas y encontrar las soluciones para evolucionar el coche. Les han dejado trabajar y han cambiado el proyecto inicial de arriba abajo: han cambiado la suspensión, los alerones, la aerodinámica, los frenos y han contado con los recursos necesarios para trabajar a fondo en el túnel de viento.
Gracias a todo ello han ganado la velocidad que les faltaba a principios de temporada y han convertido los monoplazas rojos en verdaderas balas, a la altura de McLaren. Pero no pueden confiarse. McLaren ya ha demostrado que sabe cómo evolucionar constantemente su monoplaza y Hamilton está ansioso por convertirse en el gran rival de Fernando para reactivar el duelo que protagonizaron en 2007. Está lejos, pero luchará en cada carrera para darle alcance y contará con su compañero de equipo, Jenson Button, para restarle puntos. Y, por otra parte, que nadie entierre todavía a Red Bull. Los austríacos volverán con fuerza en las próximas carreras (Singapur, Japón, Corea), donde el motor cede trascendencia a la fuerza aerodinámica. Puede que allí Ferrari vuelva a sufrir más. Pero está claro que sus técnicos han comprendido el funcionamiento de los neumáticos y que seguirán defendiendo las opciones de Alonso.