"Embarcaré con todo el mundo"
MARCA coincidió con Vettel en el vuelo hacia Sao Paulo, donde no quiso tratos de favor.
Ayudó a los mecánicos en India para que llegaran a su fiesta.
Embarcaré con todo el mundo
No es muy habitual coincidir en una puerta de embarque con uno de los pilotos de Fórmula 1, al menos con las grandes estrellas. Suelen ir directamente de la sala Vip a primera clase, por alguna de las puertas interiores, sin juntarse con la chusma.
La mayoría, menos Sebastián Vettel, con el que MARCA coincidió en el vuelo United Airlines 979, desde Houston a Sao Paulo. El alemán esperó religiosamente su turno, junto a sus más cercanos, su jefa de prensa, Britta Roeske y su preparador físico, el finlandés Heikki Huovinen. La gente se le acercaba para pedirle autógrafos y Seb incluso charlaba con ellos.
No es la primera vez que se le acusa de tribunero por algún gesto con la gente del equipo u otro piloto, pero parece que no es el caso.
Por dos veces, uno de los responsables de la compañía se acercó para decirle que podía entrar sin esperar cola alguna. Por dos veces Vettel negó con la cabeza: "Estoy bien aquí". Incluso una vez ya habían embarcado todos los pasajeros de Primera y Business, el campeón permanecía en su sitio, hasta entrar de los últimos.
No había cámaras, ni fotógrafos, ni nadie ante quien lucirse. No es la primera vez que se le acusa de tribunero por algún gesto con la gente del equipo u otro piloto, pero parece que no es el caso. Es un tipo sencillo, que se considera a sí mismo "uno más del equipo. Ni más ni menos que un mecánico o un camionero. La diferencia es que lo que yo hago se ve más que lo que hace el resto, pero sólo eso", contaba a MARCA en una entrevista en febrero de 2011, justo después de lograr su primer título.
En eso no ha cambiado. Se pudo ver también ese convencimiento tras la carrera de India en la que se proclamó campeón. También en Abu Dabi, una semana después, cuando todos apuraban para recoger y celebrar la fiesta por el campeonato de pilotos y constructores. La noche caía y Vettel se acercó al box, donde se puso a trabajar como un operario más. Se dedicó a meter los paneles publicitarios que delimitan el espacio de los boxes de Red Bull, para irlos guardando en sus fundas, que luego se embarcan en el avión cargo de la FOM.
No se había vuelto loco, ni nada parecido. Era sólo que intentaba aligerar el trabajo para que todo el mundo pudiese llegar a tiempo a la fiesta de celebración que se hizo tras cada una de esas citas. Pero allí estuvo arrimando el hombro.
Ese es el espíritu que impregna ahora a Red Bull, cada operario se siente igual de importante que el piloto y Vettel cierra filas en torno a esa idea. No es de extrañar que hoy sea quien parte el bacalao a la hora de decidir si va a acatar o no órdenes de equipo -como en Malasia- o si quiere reservar un juego de gomas nuevas para la carrera, como en Singapur.
No habrá favor a Webber
Mark Webber también viajó en el mismo vuelo hasta Sao Paulo, pero su contacto con Vettel fue mínimo. Fue el único que no estuvo en la foto oficial del título en India y la relación personal entre ambos está rota. Cuando a Horner, director deportivo, se le pregunta por un posible favor hacia el australiano por su despedida en Brasil, contesta de forma negativa: "Será una lucha personal entre ambos. No creo que a Mark le gustase que le regalasen nada".
Tampoco el campeón se la quiere regalar. Aún rumia en su cabeza la situación del año pasado, cuando Webber no se retrasó en Brasil para facilitarle la remontada que acabó en su tercer título. Con un abandono de Button -ganador final- en las últimas vueltas, Webber hubiera evitado que Seb lograse el puesto que necesitaba. No habrá favores.
http://www.marca.com/2013/11/21/motor/f ... 40849.html