MARCA CONSTATA QUE LOS 1.6 V6 TURBO RONDAN LOS 100 DB
La F1 ya no duele
El umbral del dolor es 120 dB.
2005: El R25, 130 dB. Esa cifra midió MARCA en el coche con el que Alonso fue campeón. / 2014: Kimi, 102 dB. El nuevo Ferrari F14-T suena un 15% menos que su antecesor. / Fotos: Vicente Rodríguez y Paco Martín
La percepción auditiva del primer día no engañaba. Los F1 han descendido al menos un 15% en cuanto a su sonoridad con el cambio del motor 2.4 V8 al 1.6 Turbo V6. Es tanta la diferencia, que los mismos comisarios de pista reconocen que "no se parecen en nada. Creo que los World Series son ahora más ruidosos", comentaba uno de los operarios del trazado jerezano, sin ninguna protección auricular.
Para cerciorarse de la diferencia real o del descenso de rumor de los motores respecto a 2013, nada mejor que un sonómetro. Varias aplicaciones bastante fiables permiten ahora medir el paso de los coches en la misma recta de meta. Es el lugar en el que llegan con aceleración máxima, justo antes de frenar para doblar en la primera curva. El Ferrari F14T, con Räikkönen a los mandos, pasa en primer lugar y arroja 101 decibelios. Luego, el McLaren de Button, que sube hasta 102. A continuación, el Williams con Valteri Bottas alcanza el tope, para arrojar 105 decibelios.
JAMES ALLISON
"Todos asociamos la F1 al sonido de los motores V10 y V8. Espero que el sonido actual mejore y podamos asociar la F1 a estos nuevos V6"
Estamos a unos 10 metros de los monoplazas, sujetando el teléfono y sin tapones en los oídos. Ya no hacen daño como antes. En 2013 era imposible estar en la misma situación sin sentir un hormigueo que producía dolor en el oído que estaba en el lado por el que llegaba el bólido y luego por el que se iba. Un taladro perceptible que rondaba los 125 decibelios en el motor V8. El umbral del dolor se sitúa en los 120.
MARCA ya realizó este reportaje en 2005, pero entonces eran los V10 los motores que reglamentaba la FIA para la Fórmula 1. Aquellos eran un poco más radicales, y alcanzaban sin problemas los 130 decibelios. El de Honda, por ejemplo, llegaba a las 21.000 rpm como régimen máximo. Esté año están limitados a 15.000 rpm para poder durar cinco grandes premios.
Pero todavía hay cierta esperanza de que la situación mejore, de que estos F1 sean más reconocibles cuando empiece la temporada. Así lo vaticinaba James Allison, director técnico de Ferrari, cuando se le preguntó por el asunto. "Es verdad, suena muy diferente a los antiguos", reconocía. "Todos tenemos en la cabeza el sonido verdadero de la F1 asociado a los V8 y los V10. Y estos creo que llegaremos a asociarlos de nuevo", dice el inglés. "Luego, cuando estén todos los coches al tiempo y no sólo unos pocos, no habrá tanta diferencia como vemos ahora", aclara.
A medio gas
Está claro también que los equipos están tomando todas las precauciones posibles en estos días. Se trata de estar en pista, no sufrir roturas y poder usar a la vez todos los nuevos elementos para tomar datos muy valiosos. Se dice que nadie ha sobrepasado las 13.000 rpm en estas jornadas, algo que amortigua de forma clara el sonido final.
Quizá en Melbourne, los coches ya ronden los 110 decibelios y se pueda tener algo parecido a lo que se espera de un F1. No es una cuestión baladí. Es el principal atractivo por el que un aficionado puede decidir acudir al circuito un fin de semana y gastarse 200 euros en una entrada. Esa es una experiencia que la televisión aún no pude transmitir fielmente. En este momento, la F1 ya está claramente por debajo de MotoGP, que está en los 125 decibelios.
http://www.marca.com/2014/01/30/motor/f ... 85772.html