¡Qué carrerón te mandaste Cabezón! Y ahora te imagino corriendo nuevamente formando scudería con el Chueco y Pinocho.
Si algo nos quedará a los que seguimos acá, aparte del eterno recuerdo de tus hazañas que nos contaron y nos volverán a contar una y otra vez sin cansar, es la alegría de haber visto que se te ha homenajeado en vida! ¡Como lo merecés Pepe!