¿A quién le gustan los nuevos monoplazas de la Fórmula 1?
¿Gustan los nuevos monoplazas de Fórmula1? ¿Enganchan al personal? ¿Ha sido un acierto el actual reglamento para crear esas máquinas que deberían ser las más sofisticadas, sí, pero también las más espectaculares del automovilismo deportivo?
Pongamos las manos por delante para anticipar que esta columna es estrictamente subjetiva, y las opiniones están basadas en gustos personales y una amplia experiencia viendo monoplazas de todo tipo durante muchos años. También cada uno tiene su oportunidad más abajo para expresar sus opiniones.
Por primera vez esta temporada, en Montmeló, se dieron cita en el mismo circuito GP3, GP2 y la nueva Fórmula 1, lo que ha muchos nos ha vuelto a dar pie para reconsiderar el atractivo de los nuevos coches.
Que los equipos de Fórmula 1 hayan creado tan compleja tecnología con el grado de fiabilidad alcanzado en pocos meses de competición es realmente increíble, y prueba de la impresionante capacidad e inteligencia de quienes integran este mundo. Pero si avanzar por nuevos territorios que tengan repercusión futura en nuestro coches de calle es importante, a la nueva Fórmula 1 se le ha ido la mano en enfatizar la vertiente tecnológica por encima de la emocional y deportiva.
Un Fórmula 1 ha de ser diferente a todo. Siempre fue así, pero ahora ha perdido algunas de las señas de identidad que los han distinguido. Un Fórmula 1 debería ser todo un impacto para los sentidos, como lo fue en el pasado. Pero ahora no es el caso, incluso aunque se sigan las carreras por televisión.
Dejemos a un lado que los coches modernos son estéticamente deplorables, sobre todo su parte frontal. Era algo que se pudo haber evitado porque ya se avisó al respecto. Sin embargo, el próximo año se podrá solucionar el tema. Pero ¿y el sonido, uno de los rasgos más impresionantes de un Fórmula 1? Después del fracaso para intentar potenciarlo esta semana en Montmeló, puede que al final no quede más remedio que resignarse. Vale que los nuevos motores turbo son ya irreversibles, y que la ausencia de sonido sea señal de que no hay desperdicio energético. Por tanto, es posible que en el futuro todos los coches de carreras sean así como dicen algunos. El futuro puede ser distinto, lo que no quiere decir que sea mejor.
A mí, personalmente, el bramido de un motor de Fórmula 1 ha sido uno de sus mayores atractivos. De hecho, fue lo que más me impacto ante mi primera visión de un Fórmula 1, y aún no he olvidado la impresión que me produjo. Con los años ha sido siempre igual. Pero comprobar que un monoplaza actual suena casi como un GP3 resulta decepcionante. En Montmeló, un Gp2 se comía en este aspecto al Ferrari de Alonso, el Mercedes de Hamilton, o a cualquier otro monoplaza.
Pero es que, además, los actuales monoplazas son lentos. Cuando uno revisa imágenes del pasado, el paso por curva de un Fórmula 1 siempre ha sido espectacular, y a simple vista podías apreciar por qué eran los monoplazas más rápidos del mundo. Hoy, los coches punteros de GP2 y las World Series están muy cerca de los últimos monoplazas de Fórmula 1. El pasado año, un Sauber logró la vuelta rápida en el Gran Premio de España, casi cinco segundos más rápida que la de un Mercedes este año, el monoplaza que arrasa al resto. Hace diez años, los Fórmula 1 rodaban casi diez segundos más rápido que ahora. Y si bien es cierto que en este aspecto cuentan los neumáticos y los recortes aerodinámicos, algo que puede tener arreglo en el futuro. Pero de momento, hay que poner este cascabel al gato. Los Fórmula 1 tienen que recuperar más velocidad.
Podríamos escribir un artículo con triple extensión de este sobre el tema. Pero, por mi parte, intentaré resumir lo que siento ante esta nueva Fórmula 1 acudiendo, si me lo permitís, a mi propia experiencia personal. Porque he seguido este deporte desde que era un niño. Muchos de estos años lo he hecho profesionalmente y a pie de pista porque, además de escribir, también debía trabajar con la fotografía.
Pues bien, tras ver pasar durante años cientos de monoplazas de todo tipo, con muy diferentes motores, en decenas y decenas de curvas diferentes en circuitos de todo el mundo, cuando veo a los actuales Mercedes, McLaren, Ferrari en pista…, siento que me falta algo. Que por muy sofisticados que sean por dentro, han perdido una parte de su esencia. Sonará purista, antiguo, o como queráis llamarlo. Pero si la Fórmula 1 es el pináculo del automovilismo, no solo ha serlo en el terreno tecnológico, sino también en el emocional, en las sensaciones y en lo deportivo.
Que Bernie Ecclestone tuviera que reunirse en Montmeló con muchos de los organizadores de carreras de Fórmula 1 será porque demasiada gente puede estar pensando igual.
https://es.eurosport.yahoo.com/blogs/pi ... 2--f1.html