El festejo de Hamilton tras su triunfo en Shaghai desata una polémica sexista
Lewis Hamilton, quien se impuso en el Gran Premio de Shanghai el pasado fin de semana, estaba contento. Es fácil de entender. Pero la manera de expresar su felicidad no ha dejado indiferente a casi nadie. Basta mirar la imagen del podio, con un Hamilton exultante bañando a una joven azafata con el contenido de la tradicional botella de champán. ¿A qué viene ese gesto cercano a la falta de respeto?, ¿era necesario que la muchacha recibiera ese baño -que más parece un ataque- cuando ella es una mera comparsa del espectáculo?...
Preguntas contenidas en algunos de los numerosos mensajes recogidos en las redes sociales, siempre intuitivas a la hora de detectar comportamientos poco ortodoxos. Detractores (la mayoría mujeres), frente a quienes defienden la forma de celebrar el triunfo del deportista en un momento de exaltación. La polémica está servida entre los que consideran que ya está bien de comportamientos sexistas en el mundo del deporte, en especial, la fórmula 1 o el Gran Premio de motociclismo, pasando por el ciclismo, frente a otros muchos que defienden la presencia de mujeres bellas en ese tipo de celebraciones deportivas, aunque no se entienda muy bien a cuento de qué.
Pero ¿la actuación de Hamilton es sexista? Expertos en el estudio de la igualdad de género no tienen dudas de que sí lo es. Porque la azafata, en este caso, tiene un papel estático, mientras su gesto y su postura revelan que no disfruta con la manera tan agresiva del deportista de festejar la victoria: directo a la cara. Tanto es así que en su tierra, el británico ha sido acusado de tener un comportamiento egoísta y desconsiderado y hasta de abuso de poder pues él era el protagonista del acto y ella tenía pocas posibilidades de bajarse del podio.
No es, sin embargo, el único caso. Un habitual de disparar el champán a las azafatas que se sitúan en el podio es el piloto de motociclismo Valentino Rossi, al que le gusta apuntar a la entrepierna de las jóvenes, ante las risas de los espectadores. O la pésima imagen que dio el ciclista Peter Sagan, en el 2013, cuando se encontraba en el podio del Tour de Flandes. En el momento en que el ganador, Cancellara, recibía el beso de la azafata como vencedor de la prueba, Sagan dio un pellizco en el trasero llamando la atención del público presente.
El polémico comportamiento de Hamilton ha traído de nuevo la polémica sobre el uso sexista de la mujer en determinados eventos deportivos. De hecho, Roz Hardie, jefa ejecutiva de Object, organización que trabaja contra el sexismo en los medios, indicó en el Daily Mail, que "los deportes de motor colocan innecesariamente como objetos sexuales a las mujeres y esto complica que las mujeres se levanten por si solas ante este asunto. Esperamos y deseamos que la gente de la industria sea más respetuosos hacia las mujeres".
¿Por qué deportes como el automovilismo, el motociclismo o el ciclismo, con la pareja de azafatas besando a la par al ganador, utilizan a la mujer? Para Marisa Soleto, responsable de la Fundación Mujeres, hay que mirar a los patrocinadores ("Hamilton no contrata a las azafatas"), empresas que siguen empeñadas en vincular la imagen de los coches, con la masculinidad y la fortaleza. Por el contrario, la mujer es representada como una "cosa", es decir, vendrían a considerarla un objeto sexual.
Cosificación de la mujer: acto que se repite en el tiempo ante una parte de la ciudadanía que le resta importancia. Pero la tiene, señala Soleto, porque vincula la mujer como un objeto de decoración con determinadas marcas o eventos asociados al hombre. Es lo que el experto en materia de igualdad, Miguel Lorente, denomina el "neomachismo", un espacio en el que los machistas defienden su posición de poder ante el avance femenino en la sociedad.
Pero parece que algo empieza a moverse dentro de estos ámbitos ante las protestas ciudadanas. La Unión Ciclista Internacional (UCI) se ha declarado "extremadamente descontenta" con el cartel anunciador de la clásica belga E3 Harelbeke (27 de marzo), en el que aparece el trasero de una azafata con la falda levantada y el guante de un ciclista que se dispone a tocarlo. "Hemos recordado a los organizadores su responsabilidad y las reglas de la UCI, y ellos han acordado retirarlo de todos los soportes publicitarios", explica la Unión Ciclista en un comunicado. El citado cartel fue denunciado por varias personas y ha sido considerado sexista por el Instituto belga de igualdad entre hombres y mujeres.
El Observatorio de la Imagen de las Mujeres en España, que vigila la representación pública igualitaria y no discriminatoria de las mujeres, recibió en el 2013 (último año disponible) casi 600 quejas de ciudadanos contra 200 empresas.
http://www.msn.com/es-es/deportes/formu ... ar-AAb4ipY