Se esperaba más de McLaren y de Honda en Montmeló, pero la vida sigue como en Bahréin: básicamente, a dos segundos de la cabeza. "Las sensaciones cada vez son mejores, nos vamos mezclando, pero queda un largo camino, estamos a dos segundos, un mundo. Ellos mejoran y tenemos que mejorar nosotros el doble", decía Fernando Alonso tras abandonar, por segunda vez en su carrera, en el Gran Premio de España.
Esta vez fue un problema de frenos, una lámina de plástico de una visera de algún rival que taponó el conducto de frenos del español. En pocas vueltas, sin refrigeración, se quedó sin frenos, se salió en la curva 1 y casi se lleva a un mecánico por delante al entrar en boxes con urgencia.
"Una pena porque la simulación me colocaba octavo o noveno. Casi juego a los bolos con los mecánicos al parar", decía Fernando con media sonrisa de circunstancia.
No tenía mal ritmo de carrera su coche, pero la sensación generalizada es que McLaren ha sufrido un frenazo, ya que venían del undécimo puesto en Bahréin y aquí debían entrar en los puntos.
Button ni los rozó, fuera de onda toda la carrera, y a Alonso le hubiera costado sangre, sudor y lágrimas visto el arreón final de los Toro Rosso. "Queréis ver frustración en mi o en McLaren pero no lo vais conseguir", se revolvió el español ante una televisión inglesa que le cuestionó sobre las caras de decepción que se veían en el equipo. "Sólo tenemos que trabajar más, la base está ahí, y el potencial también", insistió.
Jenson, abatido
A Button le costó un poco más disimular la decepción. "Las primeras 30 vueltas han sido las más aterradoras de mi vida", soltó el habitualmente comedido piloto inglés. "La parte trasera del coche no estaba allí. Cada vez que tocaba el acelerador, a cualquier velocidad, la zaga se había dio. Simplemente, no era normal, parecía que la zona delantera y la trasera no estuvieran conectadas. La verdad es que fue bastante horrible hasta que cambiamos de neumáticos y la cosa cambió algo".
Tan asustado se quedó el británico que le entraron dudas de todo. "Tras una carrera como la de hoy dudo que podamos sumar puntos en todo el año, aunque espero que sólo haya sido hoy", señaló tras finalizar 16º, por delante sólo de los dos Manor, incapaz de pelear por posición con nadie. El equipo lo achacó a un problema de balance en el coche y, por fin, no al motor Honda.
"No existe ningún equipo en la historia que haya recuperado dos segundos en cinco carreras, así que vamos en la buena dirección. En Mónaco llegará algo de motor", sostiene Alonso, el principal baluarte de la esperanza en Woking pese a ofrecer de velocidad punta 324 km/h, también sólo por encima de los dos Manor (con motor Ferrari de 2014).
Fuente: app para dispositivos móviles del diario deportivo marca