Alonso y su adiós a la Fórmula 1: ¿juego florentino o carga de profundidad?
Justo antes de protagonizar el mejor gran premio de la temporada, Alonso insinuaba la posibilidad de cambiar de escenario en su carrera deportiva. ¿Podría decir adiós al proyecto de Honda en 2016?
"Bueno, esto es todo lo que el mundo comenta desde enero prácticamente. En agosto se siguen sorprendiendo, así que a ver si en septiembre ya no es una sorpresa". A Fernando Alonso le preguntaban el viernes por esa actitud tan positiva contra viento y marea durante la dura temporada que está viviendo con McLaren. De repente, este sábado dejaba caer una pequeña carga de profundidad: “La tentación de otras categorías…”. ¿Se refería a la posibilidad de decir adiós a la Fórmula 1?
El Gran Premio de Hungría ha proporcionado un pequeño balón de oxígeno para el equipo británico. Pero sería prudente acogerse a esa golondrina que no hace verano para confirmar que el panorama comienza a cambiar. Intrigaba más si cabe que Alonso enseñara inesperadamente la patita horas después de la singular remolcada de su MP4-30 hasta los boxes, el sábado ¿Qué nos quería transmitir el piloto español con sus palabras?
Mejor esperar que lanzar las campanas al vuelo
“Hubo muchas salidas de pista y drive throughs, lo que nos ayudó un poco, pero es bueno lograr algunos puntos y que lo hayamos hecho los dos pilotos”. A pesar de la humildad de Jenson Button, el ritmo de carrera de Alonso y del MP4-30 fue genuino, constante y similar al de monoplazas mejor clasificados durante buena parte de la carrera.
“Era un circuito favorable al no tener demasiadas rectas. Eso nos iba a ayudar. En carrera, la capacidad de tener ERS no es tan importante. En Mónaco, un circuito parecido, estuvimos a punto de puntuar con los dos coches, y hoy lo hemos conseguido”, apuntaba tras la prueba el español, que reconocía las mejoras, "sobre todo aerodinámicamente. Hemos entendido un poco mejor la filosofía del monoplaza, con el morro corto hemos cambiado la dirección del coche, pero entendiendo lo que hacíamos. En cuanto a la unidad de potencia también hemos tenido mejoras, aunque algo más pequeñas. Así que esperamos seguir mejorando en la segunda parte de la temporada". Ojalá.
Un Fernando Alonso distinto
Mientras tanto, volvamos a ese sábado tan particular. En febrero, durante la pretemporada, parece que en sus primeros compases el MP4-30 rateaba al salir de boxes. Ron Dennis y Eric Bouiller pidieron a Honda que solucionara el problema por la pésima imagen que producía. Qué no sería entonces para el boss ver a Alonso esforzarse para llevar su desmayado coche hacia boxes. El británico debía consumirse por dentro.
Pero fue admirable ver el gesto de su piloto, intentando empujar la rueda izquierda con una mano para mover el monoplaza solo unos centímetros cada vez, en solitario, sin pedir ayuda a los comisarios. Un doble campeón del mundo se arremangaba para aprovechar los escasos minutos que faltaban en la sesión. Cuestión de resiliencia, de motivación pura y dura. Si las imágenes ofrecían una buena metáfora de la situación de McLaren, también lo eran del profundo cambio que exterioriza Fernando Alonso como piloto y como persona. Sin embargo, esta es otra historia.
"Sin entrenamientos, con estos neumáticos, estas limitaciones..."
¿Fue casual entonces que horas después de tan singular escena el español soltara aquellas palabras? “La Fórmula 1 no es tan excitante como lo era en el pasado, al menos para mí”. Tras reconocer la “motivación del fantástico proyecto con Honda”, terminaba quitando la anilla a esa granada de mano: "Sin entrenamientos, con estos neumáticos, con estas limitaciones, con el calendario del próximo año... Hay una tentación de otras categorías, es cierto…”. Cuando un piloto disfruta de un contrato multimillonario, en un hipotético gran proyecto, y nos habla así...
¿Era sólo una insinuación en voz alta sin mayores pretensiones? Sin duda, el piloto español conoce alcance de la menor de sus palabras. Puede que simplemente reflejaran su decepción ante la Fórmula 1 actual y la búsqueda de otras satisfacciones personales. Perouna hipotética marcha a otros lares deportivos no sería baladí para terceros. Así que dejemos caer algunas hipótesis.
El golpe de un campeón que se marcha a por otros estímulos
Porque Alonso no habló de irse a casa. Que el asturiano emigre a las 24 Horas de Le Mans y el Mundial de Resistencia con Porsche, por poner un ejemplo, golpearía en el riñón de la Fórmula 1 actual. Que uno de sus grandes campeones buscara estímulos en otra parte debería hacer que Ecclestone levante la ceja. Están en marcha grandes cambios en este deporte, pero no parecen inmediatos.
Alonso también denunciaba un esquema compartido por la mayoría sus rivales, menos Mercedes. Ahora “pones en pista el coche en Jerez y Barcelona durante los tests y si es competitivo, tienes una buena temporada, si no, tendrás una mal campeonato”. Con sólo dos sesiones de pretemporada el año que viene y la restricción reglamentaria para evolucionar motores, ¿teme Alonso que si Honda sigue renqueante se repita la historia en marzo del 2016? Ese esquema político y reglamentario de la Fórmula 1 se llevaba también un buen viaje por parte de español. De nuevo.
"Estoy aprendiendo a trabajar con la cultura japonesa"
Pero cabe también especular –repetimos, especular– que Alonso insinuara a Honda un escenario sin su piloto estrella, aburrido ante el lento proceso de evolución del fabricante japonés. Recientemente, tanto Dennis como Bouiller revelaban cómo están metiendo caña a Honda para que acelere su progresión y plazos. Quizás Alonso aportaba su granito de arena a la labor de los responsables del equipo británico.
Porque decir adiós a la Fórmula 1 en 2016 supondría una dura bofetada para la imagen, prestigio y honor –de Japón hablamos– del fabricante japonés. “No ha sido un año demasiado bueno, pero también estoy aprendiendo a trabajar con Honda, con la cultura japonesa", explicaba tras la carrera. Quizás también los japoneses tengan que aprender de la cultura occidental…
¿Seguirá o no Alonso en McLaren el próximo año? Resulta difícil imaginar que renuncie a un lucrativo contrato y se baje a mitad de camino de su nuevo proyecto. Pero de momento, sin señalar a nadie en particular y personalizando en sí mismo, el español aprovechaba para lanzar en Hungaroring una carga de profundidad. El que quiera, que escuche. Y recordemos que, a estos niveles, nada suele ocurrir por casualidad en la Fórmula 1.
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