BREMBO REVELA ALGUNAS CURIOSIDADES EN UN LIBRO
Las diferentes manías de Senna, Schumacher, Alonso y otros campeones con los frenos
El suministrador de frenos, Brembo, ha revelado en un libro llamado, ‘Unstoppable’, la forma en la que muchos campeones trataban o tratan los aspectos del sistema de frenado de sus monoplazas
Cada Campeón del Mundo de Fórmula 1 tiene su estilo personal de pilotaje. El suministrador de frenos, Brembo, ha revelado en un libro llamado ‘Unstoppable’, el Ayrton Senna, Michael Schumacher o Fernando Alonso a la hora de frenar.
Desde los bloqueos en las ruedas brutales de Lewis Hamilton, hasta la influencia del pilotaje en moto de nieve de Gilles Villeneuve, si algo destaca en todos ellos es su meticulosidad al enfocar un tema crítico para arañar la última milésima de segundo.
Villeneuve, una pesadilla para los ingenieros
Gilles Villeneuve fue piloto de motos de nieve antes que piloto de Fórmula 1. Esto, no solo influyó en su conducción, también en el sistema de frenos que usaba Ferrari. Los ingenieros de la multinacional italiana recuerdan a Villeneuve en forma de pesadilla porque sabía abusar de sus frenos adecuadamente y tenía un estilo muy agresivo de conducción. Una pesadilla pero un punto a favor del canadiense.
Al contrario que con el canadiense, los ingenieros de Brembo coinciden en que Michael Schumacher ha sido el piloto más organizado mentalmente con el que han trabajado. Schumacher, aunque no fuera una persona alta (1’74 m), optó por un pedal de freno corto y muy sensible, y quería que los frenos funcionasen continuamente durante toda la carrera sin ningún tipo de variación.
Sebastian Vettel sigue el mismo camino que su compatriota. Capaz de captar las diferencias más sutiles en materia de fricción, actualmente es el único piloto de la parrilla que puede preferir un conjunto particular de frenos sobre otro por el tipo de carbón. Al piloto de Ferrari le encanta estrenar un set de frenos en cada calificación para lograr ese agarre extra que puede explotar mientras intenta hacer su mejor vuelta sobre la pista. 45 'poles' tiene en su haber. Además, el alemán trabaja en perfecta armonía con sus neumáticos y usa un pedal corto, muy reactivo, siendo capaz de ejercer una gran fuerza sobre él.
Hamilton, al límite
Fernando Alonso, como Senna, Schumi o Vettel, es muy meticuloso con el sistema de frenado y siempre quiere una sensación perfecta. Su gran potencia en términos de fuerza física contrasta con su limpia técnica de frenado, a menudo alcanzando el límite sin exceder del rango de adherencia del neumático. Como si creara una suerte de ABS natural para un Fórmula 1, aprovechando plenamente la adherencia de los neumáticos para lograr mayor velocidad mientras gira sin bloquear las ruedas.
Lewis Hamilton es otro caso particular. Tiene un estilo de conducción muy agresivo, siempre llevado más allá del límite, y siempre espectacular, bloqueando frecuentemente las ruedas por lo que quiere que los ingenieros centren exclusivamente en el eje delantero. Al contrario que Alonso, excede los límites de adherencia de los neumáticos y sólo entonces, después de ejercer presión sobre el pedal, comienza a controlar la acción del sistema de frenado.
El británico busca un control perfecto al entrar en una curva donde, a menudo, comienza a soltar el acelerador una vez está dentro de ella. De hecho, sus bloqueos en las ruedas se producen por terminar de frenar al entrar en la curva. El único aspecto que limita a Hamilton es la temperatura de los frenos.
Senna y Prost, polos opuestos
Ayrton Senna fue uno de los primeros pilotos en entender la importancia de la evolución de los sistemas de frenada. Técnicamente Brembo no recuerda a nadie que usara un ratio tan alto en los frenos hidráulicos. Adoraba usar cilindros más pequeños para un mejor rendimiento y eficiencia del sistema. Es uno de los pocos pilotos, si no el único, que recuerdan que quisier probar personalmente el desarrollo tecnológico de los sistemas: desde las pinzas de freno con cuatro pastillas a las aleaciones de aluminio que aseguraban una mayor rigidez y potencia, del sistema.
En la misma época, y con el mismo coche alguna temporada, Alain Prost tenía una conducción y estilo de frenado muy diferente al brasileño. El francés era mucho menos agresivo con su coche y, por lo tanto, con la frenada. Su estilo preciso y limpio en cada trazada no exigía excesivamente al pedal, algo que agradecían los ingenieros porque no tenían que hacer cambios particulares para satisfacer la conducción del piloto. Lo que sorprende, ya que el francés siempre ha sido muy minucioso con su monoplaza. Prost no quería ni pedales cortos ni robustos, probablemente por su estatura (1’65 m). No daba quebraderos de cabeza a los ingenieros, simplemente pedía una buena configuración y un sistema fiable según las circunstancias.
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