NADIE OLVIDABA LA EXPERIENCIA POR PRIMERA VEZ
Cuando el sonido de un Ferrari V12 te dejaba "instantáneamente paralizado"
El brutal sonido de un monoplaza era una de las sensaciones más impactantes para quien veía un F1 por primera vez. Para 2017 se quiere recuperar lo perdido con los V6 híbridos
Foto: Jody Scheckter en 1979 subido a su Ferrari 312 T4.
Jody Scheckter en 1979 subido a su Ferrari 312 T4.
15.09.2016 – 05:00 H.
Para empezar, no se pierdan el vídeo adjunto. Luego, sigamos. “No suenan bien, vuelvo a ver carreras antiguas y los coches del pasado sonaban fantástico. Lo echo de menos, espero que algún día volvamos a ellos”. Hace pocas fechas, Lewis Hamilton lamentaba que los Fórmula 1 actuales hubieran perdido una de sus grandes esencias: el bramido de un monoplaza de alta competición.
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“¿Tendremos más sonidos (en los coches) el próximo año? Porque el sonido es un tema importante…”, le preguntaba Eddie Jordan a Bernie Ecclestone en una reciente entrevista. “Lo es, es un gran tema…” contestaba el británico. Ganar presencia y velocidad con los futuros monoplazas de 2017 es uno uno de los temas recurrentes. Pero ¿y el sonido? Porque este siempre fue un factor impactante para quienes vivieron por primera vez un Fórmula 1 de cerca, una experiencia sensorial que solo puede entenderse –o podía- en directo e, incluso, en la televisión.
"Se ha perdido la capacidad para emocionar"
Sebastian Vettel ha reconocido que el mayor impacto que recibió cuando visitó la Fórmula 1 con su padre e 1993 fue el de las vibraciónes en las tribunas de Hockenheim producidas por el sonido de los F1. “Creo que ha perdido su capacidad de emocionar si escuchas porque los coches son más tranquilos, es un poco menos espectacular, y aunque el paso por curva ha sido tan elevado como siempre, cuando pisamos a fondo no suena tan bien como en el pasado”.
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McLaren publicaba en verano un reportaje sobre la primera vez algunos de sus principales miembros tuvieron contacto con la Fórmula 1. Curiosamente, la gran mayoría quedaron anonadados ante el impacto sensorial que les produjo en sonido de los monoplazas.
"Un asalto a los sentidos"
Así, Jonathan Neale, jefe de operaciones del Grupo McLaren, recuerda una mañana, en el circuito de Valencia, en 2001. “Los mecánicos encendieron el V-10 de tres litros, y aquello fue un asalto total a los sentidos, ese sonido visceral, el olor…Fui a la curva Uno con Steve Hallam, que quería ver a los coches una curva de alta velocidad, y si no lo hubiera visto con mis propios ojos, no hubiera imaginado que algo pudiera cambiar de dirección tan rápido. Quitaba la respiración”.
David Readding, ‘team manager’ del equipo, ya tenía experiencia en 1985 preparando coches de rallies “que hacían mucho ruido, así que sabía lo que esperaba. Cuando llegamos a Brands Hatch temprano el domingo por la mañana fuimos a South Bank. Recuerdo que el sonido y olor de los coches saliendo de boxes, me erizaron el vello de la espalda. Pero aquello no fue nada en comparación a ver y escucharlos en Paddock Hill al comienzo de la carrera. Decidí allí mismo que querìa trabajar en Fórmula 1”.
"Aún tengo el sonido y el rateo en mi cabeza"
El español Angel Baena, ingeniero de rendimiento de Jenson Button, recuerda aquel primer día “muy claramente, el primer día de entrenamientos del Gran Premio de España de 1997. Las pantallas mostraron el Jordan de Ralf Schumacher, que se encendía para la vuelta de instalación. No podía creerme ese sonido tan irreal, dentro del garage. Luego, empezó a moverse..curva Tres, Cuatro, Cinco, se acercaba y el sonido crecía hasta que llegó delante nuestro para la frenada de la curva 10. Aún tengo el sonido del motor y los rateos del escape metidos en mi cabeza mientras reducía velocidad. Fue un momento que cambiaba la vida”.
Otro de los principales ingenieros de McLaren, Ciaron Pilbeam, recordaba un “shakedown” del equipo Bar, su primera vez delante de un Fórmula 1, “la visión y el sonido de un monoplaza V10 viendo de frente en la recta a toda velocidad me dejó una impresión que nunca olvidaré”.
El Ferrari 312 B3 de Clay Regazzoni, de 1975.
El Ferrari 312 B3 de Clay Regazzoni, de 1975.
O por ejemplo, el caso de Matt Bishop, hoy director de Comunicaciónes de McLaren y anteriormente periodista: “Recuerdo todavía vívidamente la visión y el sonido del primer coche que ví, en Brands Hatch 1974, sentado en Clearways para el warm-up del Gran Premio de Gran Bretaña, y el primer coche que llegó como una aparición y con el motor bramando fue el Ferrari 312 B3 de Clay Regazzoni, con su motor boxer de doce cilindros, aullando estridentemente mientras hacía el punta-tacón para entrar en la curva Clark. Tenía once años, y me quedé instáneamente transpuesto”.
"Generar sonido con buen resultado"
¿Y qué pasara en 2017? ¿Volverán los monoplazas de F1 a ‘asaltar’ con su sonido los sentidos de los aficionados y espectadores?. De momento, poco se sabe. Aunque los fabricantes de motores llegaron a un acuerdo en marzo para potenciar el sonido de los V6, en consonancia con una mejor presencia de los monoplazas.
El responsable del área de motores de la FIA, Charli Lom, explicaba que se está trabajando en lo que se denominaba un “generador de sonido, y con muy buenos resultados”, y aunque explicaba que no es “puramente natural, pero puede incrementar la intensidad y la calidad del sonido del motor”. En principio, se utilizarían la energía del sonido en los escapes, “y aunque no es muy elevada, podemos recuperar mucho, incrementarlo”.
¿El resultado? Pronto lo veremos. Pero, sin duda, debería volver a producir esas emociones y sensaciones tan intensas como la de tantos que se asombraron por primera vez a un Fórmula 1 en acción. Antes de 2014, claro.
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