El pasado GP de Australia tuvo varios hechos que marcaron la diferencia en una nueva era de la Fórmula 1. Una nueva forma de seguir los Grandes Premios, nuevos coches, nuevos desafíos para el Mundial, nuevas estrategias para completar los adelantamientos que se han visto sustancialmente dificultados… y una inesperada invasión de pista por parte de los aficionados.
Al caer la bandera a cuadros, aparecieron grupos de aficionados en diversos sectores del circuito, para saludar de cerca a los pilotos de F1, algo peligroso a la par que emocionante y extremadamente atractivo para aquellos que pagan cifras triples por ocupar un asiento en las gradas.
A raíz de ello, la FIA ha confirmado que está investigando para encontrar culpables. "Fue una locura, hablando positivamente, cuando la gente invadió la pista con banderas de Ferrari. Ha sido increíble", ha afirmado el mismo Sebastian Vettel (ganador de la prueba) al acabar el Gran Premio.
"Normalmente, los espectadores pueden entrar a pista cuando el último piloto en pista regresa a boxes. Esta vez, por alguna razón las puertas de la curva 15 se abrieron antes de tiempo. Quizá por algunos aficionados de Ferrari que estaban demasiado eufóricos", ha explicado el director de carrera, Charlie Whiting, para la publicación alemana Auto Motor und Sport. "Afortunadamente no hubo situaciones peligrosas, pero tendremos que investigar lo sucedido".
Andrew Westacott, promotor del GP de Australia, confirmó que fue “un error en la señalización. Estaba preocupado porque tenemos un proceso muy estricto y lo hemos tenido en las 21 anteriores carreras que hemos organizado, así que algo se nos escapó”, ha citado para Speedcafe.
La investigación ha iniciado ya por parte del operador de las cámaras y los primeros indicios muestran que las puertas se abrieron sin el permiso desde el control de carrera.
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