¿Prepara Mercedes su salida de la Fórmula 1?
Con la firme creencia de que la historia se repite, Sebastian Vettel llegó a Sepang, escenario del Gran Premio de Malasia, convencido de que el campeonato seguía abierto, a pesar de su accidente en Singapur. Recordaba cómo en 2010 y en 2012 le arrebató el título a Fernando Alonso enfrentando el sprint final con menos carreras por disputar e incluso con mayor distancia en la clasificación que los 28 puntos que ahora mismo pierde con Lewis Hamilton. Su moral era buena. Sin embargo, las hadas le están traicionando. Los problemas en su motor le harán salir el último en una invitación para que el líder pegue un acelerón casi definitivo hacia su cuarto título mundial, los mismos que tiene Vettel.Día grande en Sepang, un circuito que después de haber sido escenario del GP de Fórmula 1 durante 19 años, saldrá del calendario porque los organizadores han decidido no renovar el contrato. Su decisión sorprende y, por otro lado, alimenta rumores sobre una posible retirada del equipo Mercedes de la F1 para volver a ser un mero suministrador de motores a los equipos dispuestos a pagar por ellos.
¿Por qué? Porque Mercedes tiene como principal patrocinador a Petronas, la compañía petrolífera nacional malaya que también lo ha sido hasta ahora del gran premio. Si los organizadores pierden interés por la oportunidad de exhibir los coches pintados con los colores verde y blanco de Petronas, es que quizá poco vaya a haber que exhibir. Para desmentir todo esto está Hamilton, el rival de Vettel por el título, que acaba de renovar su contrato. Aunque en la F1, nunca se sabe.
Teatro de apariencias. La prueba es Fernando Alonso, que en teoría sigue deshojando la margarita de su futuro pese a que todo parece indicar que seguirá donde está, con un motor Renault. Entre otras cosas porque, si quiere seguir en la F1, no hay mejores alternativas. McLaren quiere anunciar su renovación días después de la carrera de Japón.Carlos Sainz, como era lógico de esperar, sigue hasta final de temporada en Toro Rosso, en donde la novedad es la llegada de Pierre Gasly en el puesto del ruso Daniil Kvyat, a quien el piloto español, con su machacona insistencia en no cometer errores y conseguir resultados, ha dejado fuera del equipo.
Cuando Sainz llegó a Toro Rosso, Kvyat estaba en Red Bull. Sus fallos le hicieron retroceder a la escudería italiana -el equipo B de la estructura austriaca- en donde se encontró con el español que, carrera a carrera, fue erosionando el mayor predicamento que el ruso tenía ante sus jefes. Singapur fue la gota que colmó el vaso. Carlos logró un cuarto puesto más que meritorio por delante del siempre incisivo Sergio Pérez, mientras que su desafortunado compañero tenía que llegar al box pidiendo perdón después de haber clavado el morro de su coche contra las protecciones.
Por tanto, Jolyon Palmer permanece en Renault, sabiendo que va a marcharse pero con la esperanza de poder convencer a otro equipo. Llamativo estos días en la F1 también son los lazos entre Red Bull y Aston Martin. Una relación con sentido a largo plazo, si Honda en Toro Rosso no logra hacer funcionar a sus motores. Aston Martin no fabrica propulsores sino que tiene un acuerdo con AMG Mercedes para que se los suministre. El grupo Daimler AG tiene el 5% de Aston Martin. ¿Juega a dos cartas Red Bull?
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