¡Forza Ferrari!
Cuánta falta nos hacía a los tifosi una victoria como la de ayer tras la debacle asiática y perder el campeonato de forma definitiva en México y así terminar el año (a la espera de otro buen GP en Abu Dhabi) con un buen sabor de boca y la sensación que en 2018 volveremos a plantar batalla. La de ayer fue una gran alegría no únicamente por la victoria en sí sino porque ayer no venció el coche más rápido en pista. De la misma forma que Hamilton ganó en Spa a pesar de que ese día el coche ganador lo llevaba Vettel, en Interlagos fue Seb quien se impuso a un Mercedes que tenía algo más de ritmo en el global del circuito.
Me gustó la carrera por lo mismo que Austin o Spa: los mejores pilotos hicieron muy bien su trabajo. Grandes carreras de Seb, Lewis, Kimi, Ricci, Felipe o Fernando, y buen trabajo de Bottas (he leído en algún sitio que ayer quedó humillado, algo que no comparto para nada), Verstappen o Checo. Faltó un poco más de chicha estratégica, si bien la lucha en boxes para la P1 fue deliciosa de ver, aunque los pilotos, y Vettel fue la mejor prueba, tuvieron que hacer eso tan complicado de tirar al máximo y a la vez no cargarse las ruedas para que ir a una parada fuera factible.
Hay quien dice que si Hamilton hubiera salido en la zona delantera de la parrilla hubiera doblado a todos, pero no estoy de acuerdo. Lewis terminó en la misma posición que Seb en Sepang, partiendo ambos últimos en sendas carreras. Estrenaba un coche nuevo con la mirada puesta en 2018 y podía apretarlo a placer al tener únicamente dos GPs que completar, y para colmo se vio enormemente beneficiado por los incidentes de primera vuelta y un SC que le permitió no perder tiempo con los de cabeza en las vueltas iniciales, algo absolutamente crucial de cara a la remontada posterior. Además, al ir con estrategia cambiada y tener un stint inicial en el que adelantó a todos los coches más lentos de la parrilla casi sin esfuerzo, pudo maximizar su plan. Dicho así de corrido parece que minimizo el GP de Lewis, pero nada más lejos de la realidad: fue una actuación de tetracampeón, aunque para realmente considerarse algo memorable (véase Verstappen en el mismo circuito en 2016), tendría que haberse puesto en disposición de ganar la carrera.
Sí, yo hasta que a 3-4 vueltas del final vi que Kimi, contra pronóstico, podría defenderse de Hamilton, tenía claro que los dos únicos pilotos con opciones de llevarse la victoria eran o Vettel o Lewis. Eso fue lo increíble de su remontada: terminar a cinco segundos del ganador y que, si hubiera podido rápidamente con Kimi, le habría disputado la victoria a Seb. Creo, no obstante, que de haber salido en pole, con la misma estrategia que sus rivales y un coche con motor ya usado y demás, Hamilton hubiera ganado pero no con el margen que su remontada pareció indicar.
En la F1 actual queda claro que si el coche que te sucede rueda sin problemas a dos segundos o menos de ti, es que es más rápido. Y Vettel tuvo a Bottas pegado a su trasera toda la carrera, por lo que teniendo en cuenta esto y el ritmo de Hamilton, asumo que el mejor coche en Interlagos era el Mercedes, y eso para mí añade valor al pilotaje de Seb, que durante 71 vueltas (qué bonita su maniobra de salida, para mí más mérito de él que demérito de Bottas, quien no obstante podría haber sido más agresivo en su defensa) controló su liderato, no su ventaja, la cual era prácticamente inexistente hasta el punto que a Bottas casi le sale bien el undercut y sólo un pit stop perfecto de Ferrari evitó el desastre.
Maravillosa lucha entre dos veteranísimos como Fernando y Felipe. El español por fin pasándoselo bien y luchando contra otros coches en una carrera y el brasileño demostrando que a ratos aún tiene la chispa de sus mejores años. Me alegro mucho que Massa haya podido tener una despedida soleada y alegre y no aquella cosa épica pero tan agridulce del año pasado cuando estrelló el coche.
En Red Bull deben andarse con cierto ojo de cara a 2018, porque ayer quedaron en evidencia ante Mercedes y Ferrari, y no pueden echarle únicamente la culpa al motor (Verstappen se comía las gomas, lo que difícilmente es achacable a problemas de potencia). Abu Dhabi, que a pesar de todo es un buen circuito para ver el comportamiento de los coches a final de temporada, dejará un panorama más claro de cómo termina cada equipo la temporada. Muchas ganas de ver otra victoria roja y de que, junto al subcampeonato de Seb (primera vez que los dos pilotos de Mercedes no quedan 1-2 en la era híbrida), Kimi supere a Ricciardo en la clasificación. Por pedir, cerrar 2017 con Kimi ganando en Abu Dhabi como hace cinco años.