ANTE LOS CONFLICTOS EN ESTADOS UNIDOS
Por qué Hamilton provoca a sus compañeros: "Soy el único piloto de color"
El británico tomaba la singular iniciativa de señalar a sus compañeros y a la Fórmula 1 por no haberse pronunciado sobre las manifestaciones y los conflictos raciales en USA
“Veo a aquellos de vosotros que permanecéis callados, algunos las estrellas más grandes, pero os mantenéis el silencio en medio de la injusticia. Ni una señal de mi sector que, por supuesto, es un deporte dominado por los blancos. Soy el único de color aquí, pero soy el único que se levanta solo”. Lewis Hamilton tiró la piedra el domingo en el tranquilo estanque de la Fórmula 1. Quiso provocar a sus colegas y agitar conciencias ante los conflictos raciales de Estados Unidos para llevarles a un terreno tradicionalmente vedado para los pilotos del Gran Circo, tan condicionados mental y contractualmente para aventurarse en las arenas movedizas de la política y los conflictos sociales. Consiguió que algunas de las ranas del estanque saltaran.
“Sé quienes sois, y os veo…” terminaba de azuzar el piloto británico al mundo de la Fórmula 1. Charles Leclerc, Daniel Ricciardo, Carlos Sainz, Sergio Pérez, George Russell, Nicolas Latifi…Varios pilotos se dieron por aludidos y salieron a la palestra en las redes sociales. ¿Acertaba Hamilton al convertirse en provocador portavoz, señalando a sus compañeros, o se trataba de otra de esas singulares iniciativas personales de las que posteriormente hubo de arrepentirse?
"El dinero es el rey"
El pasado octubre, Lewis Hamilton publicó en Instagram y Twitter un mensaje llamando a la responsabilidad desde su perspectiva vegana: “Estoy triste con la idea de pensar de ver a dónde va este mundo” comenzaba un mensaje, mitad alegato mitad desahogo personal, con el que reprochaba los efectos para el medio ambiente de determinados hábitos de consumo alimenticios. “Por qué preocuparse por el mundo si a nadie le importa”, terminaba. Hamilton reconocería después que se había dejado llevar por momentos de desánimo. Fue también duramente criticado. Al final borró sus mensajes.
Primera rueda de prensa previa al Gran Premio de Australia de Fórmula 1, con el caso de coronavirus detectado en McLaren sobrevolando sobre la carrera. "Estoy muy sorprendido de estar aquí…Parece que el resto del mundo está reaccionado, quizás un poco tarde. Pero esta mañana hemos visto a Donald Trump cerrando las fronteras de Europa a los Estados Unidos, la NBA ha sido suspendida. Pero la Fórmula 1 sigue”. Le preguntaron a Lewis Hamilton por qué se mantenía inicialmente el Gran Premio de Australia: “El dinero es el rey. Sinceramente, no lo sé”, denunciado la jerarquía de intereses económicos en la Fórmula 1 sobre otros de naturaleza social. Un negocio que le ha posicionado como uno de los diez deportistas mejor pagados del mundo. Toto Wolff, su jefe, no dijo una palabra en público. Señal de que no compartió las de su pupilo. “Si el dinero fuera el rey, no habríamos tomado la decisión que hemos tomado hoy”, respondería más tarde Ross Brawn, el responsable de Liberty. El Gran premio de Australia había sido cancelado. Mientras, Hamilton intenta negociar con Mercedes el contrato más elevado de la historia. El coronavirus quizás le impida conseguirlo.
También Carlos Sainz
Hamilton presume de “llevar el corazón en las manos” para expresar su emotiva naturaleza. Ha reconocido en numerosas ocasiones su vocación de “inspirar para conseguir tus sueños”, ante el ejemplo personal de su trayectoria vital y deportiva desde la nada hasta las mayores cotas de realización. Aunque se ha arrepentido de su emocionalidad, ahora se ha sentido obligado a remover conciencias, sobre todo a sus compañeros. Olvidando que todos ellos están sometidos a duras y restrictivas cláusulas contractuales que limitan su libertad de expresión en campos ajenos a su profesión.
Pero algo de éxito ha tenido, porque lograba incluso las excusas de algunos colegas que salieron a la palestra a partir de su “yo acuso”. Nunca tantos pilotos se han retratado publica y simultáneamente en la Fórmula 1 sobre temas sociales. Sobre todo, los más jóvenes. “Para ser completamente honesto, me sentía fuera de lugar e incómodo compartiendo mis pensamientos en las redes sociales sobre la situación (de Estados Unidos), y es por lo que no me he expresado antes de hoy, y estaba completamente equivocado”, se confesaba Charles Leclerc. Habría que conocer la opinión al respecto de Mattia Binotto y sus jefes. McLaren, junto con Williams, fueron los únicos equipos donde han hablado sus dos pilotos. En el caso de Lando Norris, apelaba a su posición para intentar llevar a sus seguidores a enlaces de apoyo a la causa de #blacklivesmatter.
Por su parte, Carlos Sainz se desmarcaba de quienes seguían la estela directa de Hamilton con un enfoque más holístico y sin alusiones directas al conflicto en Estados Unidos. “Somos un deporte global, con trabajadores y aficionados de todo el mundo, con diferentes orígenes, religiones, color de piel y condición. Trabajamos juntos en gran armonía para entretener a todo el mundo por todo el globo y extender un mensaje de deportividad y unidad. Condeno absolutamente todo tipo de racismo y de injusticia. La diversidad nos hace avanzar, la abrazamos. Esperemos que algún día todo el mundo lo hará”.
Hamilton saluda a Carlos Sainz en la previa del Gran Premio de Australia. (EFE)
No es la primera vez
¿Debía Hamilton erigirse en portavoz de la Fórmula 1 al margen de la marca que le paga, o de sus organizadores? ¿Debía señalar a sus compañeros tal y como lo hizo por su condición de único piloto de color en la historia de este deporte? No todos han entrado a su trapo, por ejemplo, los pilotos de Red Bull, o los más veteranos. En todo caso, así es Lewis Hamilton. Tampoco ha sido la primera vez que ha levantado la voz al respecto. Pero incluso en esta ocasión ha encontrado el respaldo directo de Mercedes, que ha apoyado su postura en las redes sociales.
En 2017 ya mostró su apoyo a los jugadores de la NFL americana y el movimiento 'Take a Knee' contra la brutalidad policial y la injusticia social hacia la población de color de Estados Unidos. Entonces, algunos jugadores ponían una rodilla en suelo antes de los partidos como señal de protesta frente a Donald Trump. “No soy solo un piloto de carreras, hay mucho más en mí. Esta es solo una pequeña parte de quién soy. No creo haber hecho lo suficiente para apoyar las protestas. Creo que siempre puedo hacer más, la política es muy interesante, hay mucha gente muy poderosa en este país y es fácil para la gente que no está afectada tener la opinión contraria. Les apoyo, pero a la vez esto aquí para hacer un trabajo, y no voy a permitir a quien sea esa gente tan, tan importante, que me paren para hacer aquellas cosas que amo”. Sin duda, en el caso de George Floyd y toda la tormenta desatada en Estados Unidos, esta vez Lewis Hamilton no se ha cortado un pelo.
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