Esas caras de los jefazos de McLaren, y del propio Hamilton, como si se les hubiera muerto alguien, no eran casualidad. Si uno fuera Ron Dennis, pensaría: vale, nuestro chico favorito ha abandonado, pero bueno, todo sigue quedando prácticamente en casa, o gana Hamilton o gana Alonso, que más da. Una pérdida simultánea de ambos pilotos en Brasil sería rocambolesca… ¿o no tanto?
No, en McLaren tienen razón para preocuparse, y mucho. De hecho, ahora mismo, yo creo que la lucha de Brasil será un tres contra uno. Las risas maliciosas de Kimi y Fernando en la sala del podium lo decían todo: ¡Que gane el mejor… pero que no sea Lewis!
¿Cuál es, ahora, el problema de McLaren? Que Kimi se ha unido a la fiesta, y ya no controlan el escenario. Hasta ahora, podían tocarle a Alonso los coj las presiones sin preocuparse, porque Fernando no iba a hacer nada que perjudicase sus propias opciones de ganar el campeonato, sabiendo que así lo dejaba en manos de Lewis.
Pero amigo, ahora estoy seguro de que Alonso llegará el viernes a Brasil y le dirá a su gente: “Tocarme las presiones o lo que sea, que yo echaré a Hamilton fuera de pista en la primera curva y Raikkonen ganará el campeonato”. ¿Que Alonso no haría algo así? Bueno, según ellos es el diablo que les amenazó y les hizo perder el Mundial de Constructores, así que, sea o no capaz de hacerlo, Ron, Norbert, Martin y el resto de “honrados” directivos de McLaren, son bien capaces de creer su farol.
¿O no sería un farol? Bueno, voy a ser malo: si Hamilton estuviera en la pole y yo cuarto porque me hubieran vuelto a tocar las narices, y echándole de pista fastidiase a la gente y al piloto que me han jugado sucio todo el año, pasarme de frenada en la S de Senna sería una tentación muy pero que muy fuerte. Además, todo campeón que se precie debe tener en su historial una jugada de ese tipo, viste mucho en el currículum… ¿Jugará Ferrari esa baza para negociar la incorporación de Alonso?
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