Como pasa siempre, los resultados de las pruebas de pretemporada no pueden tomarse de forma literal. Los equipos no suelen llevar programas idénticos durante los entrenamientos colectivos, así que estableces comparaciones resulta muy arriesgado. Sin embargo, es posible ver que hay ciertas tendencias, aunque solo se revelarán las auténticas condiciones de cada equipo en carrera, mientras el inicio del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno se acerca cada vez más.
Ha resultado obvio que Ferrari y McLaren volverán a ser los equipos de cabeza, muy igualados, aunque el italiano parece tener cierta ventaja de momento, aunque no necesariamente en los tiempos. La Scudería cuenta con dos veteranos como Kimi Raikkonen y Felipe Massa, este último en su tercera temporada como piloto oficial de Ferrari. Esa combinación de pilotos y estabilidad puede darle la ventaja necesaria para superar a McLaren en la pista.
McLaren afrontará esta campaña con Lewis Hamilton (también conocido como "la sorpresa de 2007") y su nuevo compañero Heikki Kovalainen. Ambos están en su segundo año como pilotos de carrera en la Fórmula Uno y, mientras Kovalainen debe adaptarse al nuevo coche y a su nuevo ambiente, Hamilton debería volver a estar entre los primeros al volante de un coche muy potente.
En el paddock se ha expresado cierta preocupación por que el equipo tenga ventaja por su conocimiento de la nueva ECU, desarrollado por Microsoft-McLaren Electronic Systems, aunque a estas alturas del año el resto de los equipos deberían tener los mismo conocimientos sobre el nuevo sistema electrónico estándar.
Williams ha estado llamando mucho la atención últimamente, ya que ha demostrado grandes progresos respecto al año pasado. Existe la posibilidad de que Nico Rosberg y Kazuki Nakajima –los dos pilotos de F1 de segunda generación – puedan llevar los colores de Williams al podio más a menudo, aunque les será difícil alcanzar a Ferrari y McLaren si estos no tienen problemas. Aún así, una victoria para celebrar el 30º aniversario del equipo sería muy agradable sin duda para los chicos de Sir Frank William.
BMW Sauber era el tercero en discordia en 2007, pero en las últimas semanas de entrenamientos no ha demostrado que vaya a volver a ser así este año, al menos no en las primeras carreras. El equipo ha lanzado mensajes contradictorios, pero no hay duda de que el equipo germano-suizo tiene todo lo necesario para recuperar el terreno perdido, sobretodo si quiere lograr su objetivo de obtener una victoria esta temporada.
Tras conquistar los títulos de constructores y pilotos en 2005 y 2006, Renault cayó en la clasificación en 2007. El equipo sin duda se beneficiará del regreso de Alonso a la familia Renault, pero parece claro que eso no será suficiente para luchar por ganar carreras durante la primera parte de la temporada. El propio piloto español no le daba a su nuevo equipo más que una posibilidad entre tres de ganar.
En cuanto a Red Bull, cunde el optimismo a medida que el efecto Adrian Newey parece tomar forma: el nuevo coche funciona bien, ha mostrado fiabilidad y debería luchar por los puntos contra Williams y Renault. David Coulthard subió al podio en 2006 y Mark Webber hizo lo propio el año pasado. Lógicamente, el objetivo esta temporada será mejorar ese palmarés.
Toyota se enfrenta a una suerte distinta. A pesar de su enorme presupuesto, al equipo japonés le está costando que todo vaya bien. Se espera que las mejoras permitan aumentar el rendimiento durante la temporada, pero una victoria no está entre las posibilidades realistas tal como están las cosas ahora mismo. Las pruebas colectivas terminaron muy bien, ya que Jarno Trulli marcó el mejor tiempo durante la simulación de calificación, pero, tal como dice la palabra, una simulación no es real, aunque resulta alentador de cara a conseguir mejores resultados.
Honda pasó un año horrible en 2007. Curiosamente, eso jugó a favor del equipo, ya que Ross Brawn, de Ferrari, buscaba un reto. Su llegada a la organización a última hora implica que el nuevo coche del equipo no tiene su impronta, pero a lo largo del año Brawn trabajará para redistribuir los recursos en el equipo, colocar la gente adecuada en cada puesto y utilizar la temporada 2008 como entrenamiento para el auténtico reto: 2009.
El equipo hermano de Red Bull, la Scuderia Toro Rosso, debería mejorar su ritmo este año, pero solo podremos verlo en abril o mayo, cuando aparezca el coche actualizado. STR ha hecho bien en contratar al cuatro veces campeón de Champ Car Sebastien Bourdais, cuya experiencia en competición le dará madurez al equipo.
El equipo Spyker se ha convertido en Force India, con el millonario Vijay Mallya hablando sobre podios dentro de dos años. Sobre el papel, las perspectivas son teóricamente buenas con Mike Gascoyne en la dirección técnica, el doble de presupuesto y un buen ritmo durante los entrenamientos. Alcanzar la segunda tanda de calificación podría ser una posibilidad de cuando en cuando, si las condiciones son buenas.
Super Aguri solo puede esperar estar en los últimos puestos de la parrilla en las primeras carreras: sus coches no se han visto en pista desde hace semanas, ni mucho menos la versión 2008. Aunque mantendrá su apoyo, Honda no seguirá pagando la mitad de las facturas para mantener Super Aguri a flote como hizo el año pasado. A estas alturas aún no se ha encontrado un patrocinador importante, con lo que incluso la presencia del equipo no está confirmada. Sin pilotos oficiales confirmados, Super Aguri no solo busca patrocinadores, sino que está considerando una venta. El equipo ha confirmado su participación en el Gran Premio de Australia, pero no se sabe qué participación será. Se recuerdan tácticas como las del equipo Arrows hace algunos años, que daba vueltas deliberadamente lentas solo para evitar la penalización por no presentarse.
La auténtica posición de cada equipo en la parrilla está rodeada de especulaciones. Las respuestas llegarán en Melbourne el 16 de marzo.
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