El juego psicológico es una de las claves que hay que dominar para ser campeón del mundo. Es algo que siempre ha existido en la historia de la F1, tanto con Senna y Prost, Lauda y Hunt, Hamilton y Rosberg; y también sucedió en 2006 entre Fernando Alonso y Michael Schumacher. Esa temporada arrancó muy bien para el piloto asturiano, pero poco a poco el heptacampeón le fue remontando puntos hasta el GP de Japón.
Alonso ve cierto espejismo en la llegada de Verstappen y la controversia que genera su pilotaje respecto a los pilotos más asentados de la categoría. En 2006, el asturiano aún era uno de los pilotos jóvenes de la F1 que llevaba pocos años en la categoría reina, mientras que Schumacher era el piloto referencia que iba a retirarse al final de esa temporada – por primera vez – a la edad de 37 años.
Alonso recuerda el juego psicológico con el káiser en ese campeonato. "Todavía le respetaba de las misma manera en la que me sorprendió competir con él en la misma pista en el mismo momento rueda a rueda [n.d.r, cuando debutó en F1]. Entonces comienzas a conocer el carácter o la personalidad con el tiempo… simplemente comienzas a conocerte un poco más".
"Así que cuando vas a una rueda de prensa o estás en el podio sabes cómo actuar un poco para poner al otro nervioso o algo por el estilo. Todos estamos jugando un poco y ellos hacen lo mismo contigo. No es nada realmente especial, simplemente traté de ser muy firme y muy confiado conmigo mismo en cada rueda de prensa y en cada podio porque eso parecía que afectaba [a Schumacher] un poco".
"Él siempre hacía grandes celebraciones después de una victoria en España o en una carrera que era importante para Renault. Lo celebraba mucho más comparado a cualquier otra carrera, así que sabes que hace eso porque quiere ponerte nervioso o algo así. Así que comenzamos a conocernos ambos un poco más", recordó Alonso en una entrevista para F1i.
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