L'Equipe, uno de los diarios deportivos más prestigiosos del mundo, se hacía eco el pasado domingo de algo que califica como "rumor persistente": la posibilidad de que Michael Schumacher debute este año con una tarjeta 'wild car' (una invitación, en definitiva) en el Gran Premio de Italia de Moto GP que se disputará en el circuito de Mugello el próximo 1 de junio.
Schumacher ya hizo pruebas sobre una Ducati de Casey Stoner en el circuito de Cheste (Valencia) el pasado 5 de noviembre. Desde entonces, según L'Equipe, habría seguido entrenando en el circuito de Bresse (Francia), donde se traslada regularmente en helicóptero desde su residencia en Suiza.
En Valencia sus tiempos fueron muy prometedores. Schumacher se quedó a menos de cinco segundos del tiempo de pole con la moto del campeón Casey Stoner y prometió repetir.
No hay precedentes
No sería, pues, extraño volver a verlo sobre un circuito. La idea de que pueda hacerlo en un Gran Premio ya resulta algo más osada. Sería la primera vez que un piloto campeón de Fórmula 1 se pasa a MotoGP y no a la inversa como en los célebres casos de John Surtees o Mike Hailwood.
Valentino Rossi probó el camino inverso para enrolarse en Ferrari sin éxito. En Ducati, obviamente, esperarían a Schumacher con los brazos abiertos y también el Mundial, ante tal fantástico reclamo. Aun así, nadie ha confirmado tal extremo.
Lo que sí parece casi más que probable es que Michael Schumacher competirá este año en alguna prueba de Supermotard con KTM en el campeonato austriaco.
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